Pablo Ramírez es villamariense y pide por su papá y su hermana mendocinos. Ambos fueron a arbitrar una final olímpica a Tokio y ahora no pueden volver.
Fueron a arbitrar a Tokio
Sergio Ramírez es arbitro de remo y cumplió el sueño de estar en una final olímpica en Tokio. Fue en representación de la Federación Internacional de Sociedades de Remo y fue uno de los 18 jueces olímpicos.
Además, fue acompañado de su hija Lucía, quien viajó como asistente de árbitro. Sin embargo, ahora no pueden regresar al país.
“Los árbitros FISA son muy pocos en el mundo y nos fueron a representar como país. A la hora de regresar les cancelaron los vuelos. Se los reprograman y vuelven a cancelar”, cuenta su hijo Pablo, desde Villa María.
Lucia tuvo Covid
En el medio de los juegos olímpicos, Lucia dio positivo de Covid-19 en el test diario que le realizan. Sergio fue aislado por contacto estrecho y retomo la actividad unos días después de confirmarse que no tenía Coronavirus.
Su hermano asegura “no la atendieron bien y necesita volver urgente. Es una vergüenza. Los representaron como país y no los dejan ingresar”.
Una gran experiencia
Pese a los problemas para volver, Sergio recuerda su experiencia en Tokio: “Con el correr de los días me fueron dando más tareas dentro de todo lo que nosotros podemos hacer y en los últimos dos días de competencia me pude subir a la lancha, que es lo más lindo de nuestra tarea. El último día tuve el premio de arbitrar la Final A del single masculino”.
“Han sido distintos, no vine a pasear, vine a trabajar y por momentos fue traumático, pero me di el gusto de llevar una Final A en un juego olímpico, que era mi mayor anhelo”, explica.
Desde la empresa de viajes no tienen certezas y les hablan de días o semanas de espera hasta conseguir cupo dentro de los 600 pasajeros que pueden ingresar al país, debido a las restricciones gubernamentales.