La justicia local condenó a dos ex agentes de la Fuerza Policial Policial Antinarcotráfico (FPS) acusados de crímenes de narcomenudeo.
En primer lugar la Jueza Eve Flores encontró culpable a Jessica Peña (ex jefa de la FPA) y se le impuso una pena de 10 años de prisión y a su pareja el ex agente Luciano Andrada 11 años de cárcel.
El otro involucrado en esta causa es Cristian Gudiño que fue sentenciado a 7 años por formar parte del grupo y vender marihuana.
El juicio se desarrolló en la Cámara del Crimen y quien llevó adelante la acusación fue el Fiscal de Cámara Francisco Márquez.
Los abogados de los imputados fueron Antonio Alarcos y Eduardo Rodríguez.
Era policía y vendía drogas
Estas personas habían alquilado un departamento en barrio Lamadrid, donde tenían un “vivero” y laboratorio para producir marihuana.
Además, se supo, habían alquilado otro inmueble en otro barrio, aparentemente para continuar con la actividad.
Peña tenía un cargo de jerarquía en la brigada local de la FPA.
Su pareja, Andrada, ejercía en la brigada de Bell Ville.
Pero todo esto no se descubrió por una investigación policial, sino por sospechas de la esposa de Gudiño, quien comenzó a creer que la engañaba.
Esto la llevó a descubrirlo que iba a ese departamento de calle Tucumán.
La mujer pensaba que se encontraba con una amante, y se generó una discusión que alertó a vecinos.
Intervino la Policía de Córdoba y allí apareció Peña, tratando de evitar que se descubriera todo.
Pero no fue posible, y las sospechas de los uniformados llevaron a una investigación que sorprendió a propios y extraños.
La Policía Antinarcotráfico en Villa María tenía entonces a una jefa de brigada que, lejos de combatir el delito, lo usaba para su propio beneficio, según se desprende de la acusación.