El exministro de Cooperativas y Mutuales de Córdoba, Martín Gill, explicó las razones de su renuncia, subrayando su disposición a “enfrentar el proceso judicial sin fueros ni privilegios”. “Soy la persona más interesada en que se pueda desarrollar”, dijo respecto al proceso judicial.
Tras su renuncia al Ministerio de Cooperativas y Mutuales de Córdoba, Martín Gill explicó las razones de su decisión. En un contexto marcado por una causa judicial por violencia de género en su contra, el exministro dijo a Radio Regional Cooperativa que dio un paso al costado “para poder ejercer el derecho constitucional de defenderme donde corresponde, que es en el Poder Judicial, usando todas las herramientas disponibles sin privilegios, prerrogativas ni fueros”.
Previo a su renuncia, la jueza de Control de Villa María, Soledad Dottori, confirmaba la elevación a juicio solicitada por la fiscal de Instrucción del Segundo Turno, Juliana Companys.
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Esta decisión ya fue apelada por la defensa de Gill, encabezada por Eduardo “Tati” Rodríguez. De ser aceptada, la causa será elevada a Río Tercero y allí presentarán los fundamentos de la defensa, principalmente a la falta de pruebas que consideran que existen y la incorporación de otras.
Fueros y utilización política
Gill también expresó que uno de los detonantes que fueron críticas sobre supuestos beneficios en su posición. “No voy a permitir que alguien plantee que uno quiere tener algún tipo de fuero. Soy la persona más interesada en que el proceso se desarrolle con confianza en la justicia”, dijo.
El ex intendente aseguró que siempre estuvo a disposición de la Justicia y que espera que el proceso “va a permitir determinar cómo sucedieron los hechos”.
Asimismo, Gill remarcó que existieron utilizaciones políticas del caso. “Está claro quién trató de sacar provecho adicional y quién no, violando las garantías mínimas que le asisten a cualquier persona que ha sido acusada de cualquier delito, que es la presunción de inocencia hasta que el proceso demuestre lo contrario”.
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La defensa de Gill
Rodríguez habló con Continental Córdoba, respaldó la decisión de Gill y explicó que asimismo no había impedimentos jurídicos para que continuara como ministro.
“Gill podría haber seguido en su cargo. No hay incompatibilidad para ejercer su defensa y mantenerse como ministro. La renuncia fue una decisión personal”, aseguró.
Respecto a la causa, detalló que la elevación a juicio aún no está firme debido a una apelación presentada. “Pedimos la incorporación de pruebas no consideradas, esenciales para demostrar la inocencia de mi defendido. Los hechos nunca ocurrieron y lo vamos a probar en el juicio.”
