El intendente saliente Eduardo Accastello tuvo una actitud diferente a la de otros líderes locales del Frente para la Victoria apenas se conoció la tendencia del balotaje presidencial del 22 de noviembre que dió ganador a Mauricio Macri en la ciudad y el país.
Mientras su exmujer, la ahora legisladora provincial Nora Bedano, habló de la necesidad de “resistir” y apuntó que “la sociedad se derechizó”, en sus primeras declaraciones radiales de esa noche el mandatario municipal y excandidato a goberandor por el kirchnerismo en Córdoba, reconocía que Macri era “una ola que plantea un cambio de tiempo”.
Distintas versiones dan cuenta de que antes y después del balotaje mantuvo y sigue intentando mantener reuniones con dirigentes del macrismo en distintos niveles.
“Tengo buena relación con todos”, reconoció cuando VILLA MARIA VIVO le preguntó si había tenido encuentros con los futuros gobernantes.
“Hay que desearle bien y acompañarlo al nuevo presidente. Buscar la forma de ayudarlo para que la Argentina no retroceda ni un segundo. Cualquier retroceso lo pagamos con mucho dolor. Hay que ayudar para que a Macri le vaya bien”, dijo en un tono de conciliación muy distinto a la beligerancia de la campaña sostenida por militantes y dirigentes K.
En ese marco, reconoció que hubo encuentros con algunos dirigentes: “Tenemos relación por una cuestión política con mucha gente del gobierno nacional y de alguna gente que va a ir al gobierno de la provincia de Buenos Aires. Simplemente son conversaciones con amigos, como la tenemos con el gobierno actual”.
-Si es convocado, ¿aceptaría un cargo en el gobierno de Macri?
-Ahora tengo muchos proyectos. El principal es dar clases, estudiar. Recibí una invitación del intendente de Arroyo Algodón para que lo ayude, organizar el bloque de legisladores de Córdoba Podemos, reorganizar y presidir el Inspir. Voy a darme un descanso de unos días para ordenarme y tomar definiciones pensando en el 2016.
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