La auditora general Alicia Peresutti fue imputada por omisión de deberes de funcionario público. La fiscal de instrucción de primer turno, Silvia Maldonado, la acusa de no haber iniciado oportunamente una investigación interna al notar que faltaban en su oficina seis de las ocho declaraciones juradas del exintendente Eduardo Accastello, y que debían estar bajo su custodia.
Esta causa se inició por una denuncia del extribuno de cuentas José Naselli, quien llevó a la Justicia la sospecha de que esa documentación había desparecido de la Auditoría General.
Maldonado aclaró que a Peresutti no se le imputa el hecho de la sustracción de las declaraciones juradas, sino que se le cuestiona no haber actuado ante la constatación de que no estaban.
Peresutti llegó al cargo de auditora integrando la misma lista que el actual intendente Martín Gill, impulsadas por Accastello, a quien le tendió contactos directos para que pudiera acceder a audiencias con el Papa Francisco.