Bárbara tiene 12 años y es una de las cinco personas en el mundo que sufre hipomielinizacion encefálica de grado 6. Es el único caso en Argentina, señalaron desde su familia.
A partir de sus comienzos en primer grado deben afrontar diferentes dificultades para poder cumplir con la escolarización de la niña, según ha relatado su madre, Susana García.
En primer grado Bárbara asistía al Instituto del Rosario y era acompañada por una maestra integradora y un acompañante terapéutico.
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Luego de luchas para que su obra social respondiera por la cobertura de estas especialistas, sus padres se encontraron con que la acompañante terapéutica no podía estar dentro del aula las horas requeridas para el tratamiento de Bárbara.
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Su mamá, Susana García, es quien cuenta todo por lo que debe pasar para que Bárbara tenga el apoyo necesario en su escolarización.
“Ahí empiezan los problemas”
“Cuando Bárbara tenía 6 años, se quiebra dentro del colegio haciendo gimnasia. Allí dijimos que no era capricho la necesidad de contar con una acompañante terapéutica. Es su bastón y su pilar”, relató su madre.
En ese momento Bárbara debía pasar a segundo grado. Desde la escuela le avisaron que “no iban a renovarle la matrícula” y que “se reservaban el derecho de admisión”, aseguró la mujer.
“En ese momento estaban cerradas las inscripciones y cuando vos presentas el caso de una niña con discapacidad te cierran las puertas”, dijo.
Después de buscar en varias escuelas, reciben a Bárbara en la escuela José Manuel Estrada. Según contó su madre, la niña pudo continuar su escolarización, sin mayores sobresaltos, hasta sexto año.
Quiso volver a las Rosarinas
Para asistir a primer año, su mamá hizo la pre inscripción correspondiente en el Instituto del Rosario, por que era ex alumna y su hermana también asiste a la misma escuela.
“Teníamos un atraso en la cuota -reconoció-. Después de regularizarla, me dijeron que hablara con la escuela porque había 8 lugares disponibles, de los cuales uno tendría Bárbara”, explicó García.
Según contó la madre, no pudieron comunicarse con la escuela por el plazo de 15 días y luego le avisaron que “no había más lugar”.
El derecho de admisión
Tras esto, sus padres recorrieron 9 instituciones en las que no recibieron a Bárbara, “ya sea por que se encontraba la matrícula cerrada o por reservarse el derecho de admisión”.
En una sola escuela le dijeron que sí tenían lugar, pero al contar la discapacidad de Bárbara, le pidieron disculpas y volvieron a repetir “la escuela se reserva el derecho de admisión”, relató la mujer.
Actualmente, Bárbara no tiene asegurada una escuela a la cual asistir para comenzar sus estudios secundarios en 2020.
Sus padres dijeron que realizaron denuncias en la Inspección General de Escuelas Privadas y presentaron una carta en la Defensoría de la Nación.
El caso de Bárbara es seguido por la abogada María Luz Felipe.
La lucha por estudiar
Ante la negativa de recibirla, su mamá declaró: “Vamos a intimar a la escuela Rosarinas. No tendríamos este problema sino me la hubieran echado en segundo grado y hoy pasaría de sexto grado a primer año”.
Villa María VIVO se comunicó telefónicamente con el Instituto del Rosario y desde la mesa de entrada de la escuela aseguraron, tras consultar al área legal, que desconocen la situación y no tienen nada que decir.
“Hoy tengo a mi hija sin escolarizar, porque ninguna escuela la quiere recibir, sino me la hubiese echado en primer grado esto no hubiera pasado. No pedimos mucho, solo el derecho de cualquier niño, que es estar escolarizada”, finalizó su mamá.