La lucha de Barbi por ir a la escuela: espera un fallo judicial

A casi tres meses de comenzado el año escolar, una niña de 10 años de la ciudad no asiste a clases porque la obra social le niega la cobertura de una acompañante terapéutica y la justicia no falla a su favor.

Bárbara tiene hipomielinizacion encefálica de grado 6, según contó su mamá, Susana García a Villa María VIVO!.

En marzo, este medio publicó la lucha de la familia para que Barbi comience quinto grado junto a sus compañeros.

Ver: Denuncia que obra social le niega tratamientos a su hija con discapacidad

Durante este año, sólo fue cuatro días a clases, hasta que se quedó sin acompañamiento terapéutico.

Quiere estar en el aula pero recorre tribunales

A mediados de abril, el juez Roque Rebak dictó una cautelar indicando que la obra social debe cubrir el acompañamiento.

Por motivos personales, la profesional que acompañaba a Barbi ya no podía hacerlo y la familia buscó otra acompañante.

Pero, la obra social y la justicia no permitieron el cambio y luego de ir dos días a clases, la niña volvió a dejar la escuela.

Próximo a eso, la obra social indicó que sólo autorizaría la prestación de un acompañante que forme parte de una empresa tercerizada con la que trabajan.

Sucede que en Villa María no hay profesionales que presten servicios por medio de dicha empresa.

En el último tiempo, la familia de Barbara presentó un recurso de amparo y esperan el fallo del Juez desde hace casi dos meses.

Derechos vulnerados

En diálogo con este medio, Susana explica que no entiende la demora judicial ante un caso tan sensible donde se trata de la escolaridad de un menor. “Mi hija va a perder el año si seguimos así y nadie me garantiza de que el año que viene no debamos volver a pasar la misma situación”.

Desde la justicia le indicaron que la familia debe buscar los prestadores de la obra social, “algo ilógico”, señaló Susana.

El caso de Bárbara es seguido atentamente por la Defensoría de la Nación con el patrocinio de las abogadas María Luz Felipe y Carolina Tejerina.

“Están vulnerando derechos que le corresponden a mi hija, como es la inclusión y la escolarización”, indicó Susana entre el cansancio y la desesperación.

En los últimos años, la niña había sido integrada a la Escuela José Manuel Estrada.

AnteriorMadre e hijo vendían droga y la escondían en carteras y mochilas
SiguienteSimulacro de accidentes generó debate entre los vecinos