El gobernador Juan Schiaretti y el intendente de la Capital provincial, Martín Llaryora, inauguraron la planta cloacal de Bajo Grande, que convierte los residuos cloacales en energía renovable.
“Hoy es un día especial porque estamos cambiando la realidad, conseguimos cerrar el círculo del cuidado del ambiente y la salud con esta planta de Bajo Grande”, destacó Schiaretti.
La infraestructura consiste en un sistema de recuperación de los gases resultantes de la biodigestión de los barros cloacales.
Estos funcionan como combustible para un motor que genera energía eléctrica renovable.
Así, Córdoba se convierte en la primera ciudad del país en contar con una planta cloacal que generará energía alternativa y renovable a partir de líquidos residuales cloacales.
Energía para troles y EPEC
Además, se firmó un acuerdo entre el Gobierno Provincial, la Municipalidad de Córdoba, EPEC y TAMSE para la utilización de las energías renovables que provienen de la biodigestión de deshechos cloacales.
El convenio permitirá la utilización de esta energía para la alimentación del sistema de trolebuses de transporte público de la empresa municipal TAMSE y los cargadores de vehículos eléctricos de la EPEC, entre otros beneficios.
El intendente Llaryora destacó la importancia de esta iniciativa en términos ambientales y recordó que cuando asumió como intendente, la planta cloacal de Bajo Grande acumulaba años contaminando el río Suquía con líquidos que eran arrojados sin tratamiento.
“Esta planta que antes contaminaba, hoy está terminada. Pero no nos quedamos ahí, sino que esto que antes venteaba hoy se vuelve bioenergía”, expresó Llaryora.