En las últimas semanas se produjeron hechos que, desde la política, fueron leídos como movimientos internos que podrían poner en discusión el liderazgo del intendente Martín Gill en el gobierno local.
Una nota enviada por concejales del bloque oficialista Villa María para la Victoria pidiendo al Ejecutivo una reunión “urgente” con el gobernador Schiaretti fue uno de los detonantes.
Generalmente, este tipo de situaciones se resuelven en conversaciones puertas adentro. No a través de una nota que se hace pública.
Por eso, el jefe de Gobierno, Héctor Muñóz, dijo que son “cosas que pueden haber funcionado en otro momento”, pero que actualmente, el Ejecutivo encamina la relación con el gobierno provincial de otra manera.
Muñoz descartó también que se tratara de una acción con intenciones de “marcar la cancha” a la actual gestión por parte del exintendente Eduardo Accastello: “La relacion es muy buena. Tiene los matices de un cambio de gestión y de roles. Pero estamos tranquilos y en condiciones de garantizar que no hay problemas”, aseguró.
Desde el gremio municipal, Suoem, habían advertido sobre esta interna y lanzado precauciones sobre los perjuicios que podría acarrear al personal una mala relación con la Provincia.
El funcionario dijo que “se tienen que quedar tranquilo, porque la relación con la Provincia y el gobierno nacional van por un camino inmejorable y está garantizada”.
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