En Argentina se producen por año alrededor de 130.000 accidentes cerebrovasculares o ACV.
Ello significa que, cada cuatro minutos, un argentino sufre esta grave enfermedad que mata a un tercio de los que lo padecen y deja secuelas de alguna discapacidad en 9 de cada 10 casos.
En el Día Mundial del Accidente Cerebro Vascular (ACV), se reafirma la importancia de tomar conciencia de que esta afección es, en la mayoría de los casos, una situación prevenible. Y una vez que ocurre, el actuar rápido por parte de un especialista disminuye notoriamente las consecuencias discapacitantes.
Sobre los accidentes cerebrovasculares
Desde la aparición del primer síntoma de un probable ACV hasta la iniciación del tratamiento en el centro de emergencias no deben pasar idealmente más de 3 horas, como máximo hasta 4 horas y media.
Éste ocurre cuando la sangre que llega al cerebro no es suficiente, ya sea porque una arteria se tapa o bien se rompe, ocurre un ataque cerebral.
Así, cuando la circulación natural sanguínea al cerebro se interrumpe o se ve disminuida, comienza la aparición repentina de síntomas neurológicos que pueden generar cuadros de parálisis de miembros o trastornos en el habla, entre otros.
Fuente: La Nación / Foto: InfoNews