El Maná de las multitudes

Resulta casi inobjetable una convocatoria tan multitudinaria como la Maná en la noche de apertura del 47° Festival de Peñas Villa María. Lleno total adentro del Anfiteatro, interminable cantidad de gente en las afueras, conformándose con escuchar.

La banda mexicana cumplió para sus fans con uno show despojado desde lo escenográfico, pero poblado de esos temas que todos saben. Coro garantizado.

Subieron al escenario pasadas las 0,30 y actuaron las dos horas y minutos prometidas, apoyándose en sus difundidos temas radiales.

Momento íntimo para una joven de Arroyo Cabral que fue elegida entre miles para subir al escenario y compartir un set acústico con temas a su elección.

Previo a la actuación de Maná pasó León Gieco, con una apertura arrolladora y un show con peso sensitivo. Inclinado hacia su costado rockero, arremetió con casi un veintena de temas potentes. Una masa.

En el horario central de la noche, el armoniquista villamariense Fabricio Rodriguez se ganó la multitud con su repertorio de clásicos y populares interpretados con la ductilidad de su armónica y una buena banda detrás.

El debut de Catherine Fulop no fue de lo mejor. Una figura extraña al Festival, que deja al descubierto su falta de conocimiento de cuestiones locales, y que no llega a compensarlo con armas de conducción.

Cacho Buenaventura exprime sus recursos humorísticos para mantener interesado al público, aunque su cordobés es demasiado veloz para la venezolana. Se lo necesita a Miguel Borsatto para que tome las riendas y no hagan agua, pero sobre el escenario, tres son multitud.

 

Puntajes de la primera noche:
León Gieco: 8
Maná: 7
Fabricio Rodriguez: 7
Cacho Buenaventura: 6
Miguel Borsatto: 6
Catherine Fulop: 5

 

Foto: Facebook Anfiteatro Villa María

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