La contaminación del agua es una de las problemáticas más graves que enfrenta la humanidad y para la que se busca solución desde distintos aspectos, entre otras medidas, con la generación de conciencia sobre hábitos y prácticas más sustentables.
Según un estudio realizado entre la Facultad de Agronomía de la UBA y la empresa santafesina DH-SH, se descartan al año más de cien millones de litros de aceite que fueron utilizados para cocinar frituras.
Con la premisa de darle nueva vida a este residuo que todos generamos en casa y que restaurantes, comedores, hoteles, producen en grandes cantidades, la empresa Ambiental Cord se dedica desde hace 20 años a la tarea de recolección y disposición final de este descarte para su conversión en biocombustible de segunda generación.
“Tan solo un litro de aceite usado de cocina puede contaminar hasta mil litros de agua. Con el proceso de recuperación que hacemos, logramos darle nueva vida a este residuo para la producción de un combustible mucho más amigable que el fósil”, señaló Claudio Mior, referente de Ambiental Cord.
Oriunda de Villa Carlos Paz, la compañía ya generó alianzas con más de 30 municipios para la gestión del aceite vegetal de grandes generadores, la instalación de puntos limpios -ya hay más de 50 en toda la provincia- y la implementación de un programa de educación ambiental que consta de charlas virtuales para las escuelas.
La propuesta triple impacto que no genera ningún costo para los municipios ni la comunidad, aporta al desarrollo local, colabora con la concientización social a partir del contacto con instituciones educativas y la colocación de puntos limpios, y brinda un beneficio ambiental con la recuperación de un residuo que puede ser dañino tanto con el agua como la tierra.
Cómo reciclar el aceite vegetal usado
Actualmente, Ambiental Cord tiene más de 50 puntos limpios distribuidos por toda la provincia de Córdoba y convenios firmados con 31 localidades, entre las cuales figuran Villa Carlos Paz, Jesús María, Corral de Bustos, Villa General Belgrano, entre otros.
Una vez utilizado el aceite para freír en casa, hay que dejarlo enfriar y, luego, volcar con ayuda de un embudo en una botella plástica.
Los pasos se pueden repetir hasta llenar la botella que luego debe ser correctamente cerrada y trasladada al punto blanco más cercano.
En el caso de grandes generadores, pueden contactarse con Ambiental Cord que facilitará los bidones necesarios para que el comercio separe y acuerde la frecuencia necesaria de retiro.
El aceite vegetal usado recolectado se acondiciona y convierte en materia prima para la producción de biocombustible de segunda generación.