Ex combatiente villamariense busca cartas que faltaron de la vivienda de su madre

“¿Dónde estarán? La guerra tiene estas historias”, se pregunta Daniel Pérez Gastaldi desde hace casi 20 años sobre las cartas que le envió a su mamá estando en Malvinas. Es un villamariense ex combatiente, que perdió una parte del relato que escribió desde las islas en 1982.

En el año 2000 aproximadamente, Daniel intenta precisar la fecha junto a la ayuda de su hermana pero oscila en un margen de cinco años, Delia Gastaldi, su mamá, salió de su casa de calle Chile y bulevar Velez Sárfield hacia el centro. Cuando regresó encontró la luz de la habitación encendida, el ropero abierto y la puerta que iba hacia el patio, también abierta. Sorprendida, Delia buscó pero no encontró a nadie y no se percató de que le falten algunas de sus pertenencias.

“Faltan tus cartas”

La ausencia llegó días después. Delia llamó a Daniel y le preguntó si él tenía las cartas de Malvinas. El hombre, que recuerda los relatos descriptivos que hizo sobre aquellos papeles, negó. Fue allí que su mamá le comunicó que habían desaparecido.

Casi como un tesoro, como quien guarda un pedacito de historia con mucho cuidado, Delia guardaba las cinco cartas que su hijo había enviado desde Malvinas en abril de 1982, dentro de una cartera de cuero, en el interior de su ropero.

Desde ese día, Delia, que falleció hace algunos años, aseguró a sus hijos que fue robado cuando ella regresó del centro y encontró la puerta abierta. Nada más que las cartas de Daniel faltaron aquel día.

“Eran cartas muy descriptivas, les había contado, hasta con dibujos, cómo eran los pozos de zorro que hacíamos”, explicó a este medio Daniel. La primera carta que envió a su familia fue desde Comodoro Rivadavia. Recuerda que la despachó una semana antes del 2 de abril y que allíe les contaba que se iban a algún lugar, “que no sé dónde”.

Aquella carta llegó a manos de su madre el 2 de abril de 1982. Horas antes su familia se había enterado por los medios del comienzo de la guerra, pero no imaginaban que su hijo estaba allí.

Las que se salvaron

Las únicas cartas que no fueron robadas, son las que la familia del ex combatiente le enviaba durante la guerra, “a esas mi hermana las había separado para mostrarlas a sus alumnos en clase”, contó Daniel a Villa María VIVO!

Sobre los mensajes escritos cuidadosamente por su mamá en aquellos papeles, dijo que no volvió a leerlos.

Además, también guarda papeles con dibujos y relatos que recibió de ciudadanos argentinos. Después de años, buscó a una mujer que había firmado el papel con 19 años de edad desde La Pampa, y la encontró a través de las redes sociales.

Encontrarlas

Daniel leyó la historia de la mamá de un ex combatiente que recibió una carta de su hijo 37 años después y una esperanza se encendió para él, “me llamó la atención y me vino la idea de comentarlo. Si alguien lo lee y sabe”, dijo el hombre sobre su contacto con este medio.

Ver: Madre de caído en Malvinas recibió carta de su hijo 37 años después

Guarda sus tesoros en un cofre, tiene cartas, fotos, servilletas, recortes periodísticos, una piedra de territorio isleño, la bandera que llevó sobre su uniforme y estampitas, “rezábamos 20 mil veces por día”, contó.

Desde hace 19 años Daniel se reúne una vez al año con sus compañeros de colimba de Comodoro Rivadavia, de la Compañía de Ingenieros 9. Con ellos comparte recuerdos y, con algunos, las ganas de reunir las piezas del rompecabezas.

“Me salvó un inglés”

Estuvo en Malvinas desde el 2 de abril hasta el 19 de junio, porque debió quedar en campo desactivando minas. El 21 de junio regresó a continente, “era el día del padre”, recuerda.

Desde hace algunos años, Daniel trata de contactar al soldado inglés que le salvó la vida, como el mismo lo dice.

Cuando el hombre cayó prisionero, lo trasladaron de un buque a otro, pero por el oleaje las embarcaciones se separaron y el villamariense cayó al agua. En ese momento, un inglés le tomó la mano y lo sacó del mar.

Daniel dice que “la guerra tiene estas historias”. Conserva con tanto cuidado cada uno de los objetos, que cuando se esparcen todos sobre una mesa, se ve y se siente en la emoción, que hay piezas que faltan. Encontrar sus cartas que desaparecieron hace años de su vivienda en Villa María, y encontrar a aquel soldado que le tendió la mano y lo sacó del mar.

Fotos: VillaMaríaVIVO!

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