La explosión de casos de Covid positivo en Villa María llevó a que la ciudad registrara, solamente este martes 28 de diciembre, 246 contagios nuevos.
La pandemia se está expresando en un nivel de contagiosidad que no se había visto hasta ahora, mostrando que las nuevas cepas son altamente transmisibles.
Lo único positivo es que, debido al efecto de la aplicación generalizada de la vacuna, los cuadros no registran situaciones de gravedad.
El nivel de ocupación de camas es bajo en relación al número de contagios, y los casos más preocupantes se dan principalmente entre personas no vacunadas.
Este martes se hicieron en Villa María 1219 test antígenos y 312 test pcr, de los que surgió esta explosión de casos en un día, con 246 nuevos contagios.
Fuentes municipales adelantaron que está previendo incrementar los puntos de testeo nuevamente, debido a la alta demanda de las últimas horas.
Paralelamente, en Villa Nueva, regresó un contingente de estudiantes desde Bariloche, en el que se registraron 18 contagios sobre un total de 30 personas que viajaron.
Estos casos, más otros que se registraron este día, llevaron la cifra de esa ciudad a 62 nuevos contagios, solamente para este día.
En total, el conglomerado de Villa María y Villa Nueva sumó este martes 308 nuevos casos de Covid.
Largas esperas y todos amontonados
La disposición de concentrar todos los testeos en el Centro Cultural Leonardo Favio y la aparición de una explosión de casos en la ciudad, derivó en una situación que, por poco, no se sale de control.
Varios vecinos vienen manifestando quejas por las largas esperas que deben atravesar para llegar a su turno de testeo.
En muchos casos, con más de una hora bajo el sol el calor, especialmente los últimos días.
Este martes por la tarde se sumó la lluvia, otro factor que generó que terminaran “todos mezclados” aquellos que esperaba resultados con los que ya tenían un diagnóstico positivo.
Desde horas temprana, la fila llegó desde la puerta del Centro Cultural Leonardo Favio hasta casi la puerta de la Medioteca Municipal Mariano Moreno.
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Al momento de caer la lluvia, unas noventa personas formaban dos filas: una de personas que habían dado positivo al antígeno y esperaban por realizarse el pcr, y otra con personas que esperaban resultados, y no sabían si eran positivos o negativos.
Con la caída del primer chaparrón, muchos corrieron a resguardarse de la lluvia debajo de la carpa, donde terminaron todos mezclados y amontonados: los que aguardaban resultados (y tal vez tenían diagnóstico negativo) y los que tenían un primer resultado positivo.
Personal afectado a la tarea de testeos les pidió que se separaran y mantuvieran distancia, para evitar contagios, pero, según contó una de las personas que estaba allí, ya hacía varios minutos que todos compartían el mismo espacio.