Tras un convenio con el municipio, el Grupo Hereje se aseguró futuro: tendrá por 50 años el edificio ferroviario del Parque de la Vida.
El grupo cultural Herejes pasará de un edificio histórico como el Chalet Scopinaro, donde actualmente, a otro también histórico ubicado en el Parque de la Vida.
A Herejes, el alquiler del chalet comenzó a traer problemas de sostenibilidad del espacio que ellos recuperaron en 2019 cuando llegaron al lugar.
Esto motivo en diferentes acciones y gestiones que realizaron con el objetivo de poder superar la situación y que el grupo pueda seguir funcionando.
La solución llegó del lado del municipio, con quien Herejes firmó este miércoles 31 un convenio en el que se le otorgará al grupo la cesión en comodato de otro edificio.
El evento estuvo encabezado por el intendente Martín Gill, funcionarios municipales y el representante de Grupo Herejes, Andres Brarda.
Así, Herejes abandonará el histórico chalet pero se trasladará al edificio ferroviario ubicado en calle Sabattini, a metros del Centro Cultural Leonardo Favio.
“Pudimos articular y firmar un convenio para continuar con el espacio que nos encuentra movilizados, porque acá se puso mucho empeño para sostener y que las puertas sigan abiertas”, dijo Brarda.
Brarda recordó que Herejes restauró las cinco plantas del chalet pero que, a pesar de no poder sostenerlo y tener que migrar el proyecto a otro lado, como expresó, están felices.
Herejes a otro edificio y con futuro
“En momentos de incertidumbre, pensar en futuro es clave. Y en la cultura”, dijo.
El convenio otorga un contrato de comodato por 50 años del edificio ferroviario que hoy está abandonado y es escenario frecuente de ocupaciones e incendios.
Herejes deberá restaurar las dos plantas, que hacen a un espacio de 800 metros cuadrados.
Esto será una vez que el Concejo Deliberante rectifique el convenio suscripto por el municipio, lo que acercará a Herejes a tener la llave del edificio.
“Es un patrimonio histórico donde nos volvemos a arremangar para levantarlo y que siga apostando a la cultura villamariense”, indicó Brarda.
Contó que desde Herejes, en los tres años que viene funcionando en el Scopinaro, se hicieron más de 200 funciones, pasaron más de 200 alumnos por año y se realizan 15 talleres anuales.
Es así que desde diciembre, si los tiempos permiten, Herejes continuará con su apuesta cultural desde un nuevo espacio y con la posibilidad de proyectar.