Emiliano Conti es un bombero de 32 años que esta semana vivió uno de los momentos más tristes cuando se incendió su vivienda y perdió a una gran compañera.
Eran las 2 de la madrugada cuando Emiliano escuchó una explosión. Sentía también una moto encendida, que sonaba su bocina desde el interior del garaje.
Se levanta, junto a su compañera Silvana y sus hijos, Gabino de 5 años y Kei de 9, y ve que una de las escenas a las que está acostumbrado, estaba ocurriendo en su propia casa: Se le estaba quemando la vivienda, con un fuego iniciado tras la explosión de la moto, en el garaje, cuenta a Villa María VIVO!.
Emiliano tiene 32 años y es Bombero Voluntario de Ballesteros. Pertenece a la brigada USAR Argentina, grupo que se capacita y participa de búsquedas a nivel provincial, nacional e internacional.
Juan y Mali, en el garaje
Su fiel compañero Juan, un perro labrador k9 operativo, estaba en el garaje.
También se encontraba Mali, una cachorra a la que Emiliano estaba adiestrando para que se incorporara a la Brigada de rescate y búsqueda de personas.
Rápidamente abrió el portón eléctrico, sacó el auto para evitar un sinestro mayor y luego volvió para rescatar a los animales.
Por su experiencia, Juan pudo salir rápidamente mientras el fuego tomaba por completo el garaje. Un dato: Juan participó de importantes operativos de búsqueda, y fue uno de los canes que encontró el cuerpo de Martínez.
Volvió por Mali
En su vocación de servicio, pero principalmente por el amor que le tenía a Mali, Emiliano dio la vuelta para ingresar de nuevo y rescatar a la cachorra, pero su suerte se truncó cuando, al romper la puerta de vidrio para entrar, los cristales le cortaran fuertemente la pierna.
“Quise entrar por la puerta de vidrio, al romperla me corté la pierna feo” contó el bombero a este medio.
Los vidrios cruzaron su piel y llegaron hasta el hueso, pasando por arterias y tendón. Una herida que lo dejará un año en recuperación.
Impotencia
Sin embargo, desde una sala de la clínica Mayo de la ciudad de Bell Ville en donde se encuentra internado tras la operación en su pierna, el mayor dolor de Emiliano es la frustración por no haber podido salvar a Mali, la cachorra pastor belga que perdió la vida en el incendio.
“Impotencia de no poder hacer nada”, dice.
“Lo que más lamento es la perdida de la perra. Yo quería ingresar para sacarla, me siento muy mal por eso”, agrega.
Pérdidas
Ya a dos días del hecho, Emiliano agradece a la comunidad de Ballesteros por su ocupación y preocupación.
También mira para arriba: “agradezco a Dios de que no pasó a mayores, estamos todos bien”, dice.
Si bien hubo pérdidas materiales, porque el fuego tomó parte de la vivienda, no pide colaboración para reponerlas.
“No necesitamos nada, hay gente en peores condiciones que la nuestra. Con el cariño de la gente nos alcanza”, dice.
El amor que perdió
Sin embargo, a pesar de que lo material se recupera y que su familia está bien, como dice, hay algo que no deja de dar vueltas cuando nos relata lo ocurrido. Y es Mali.
“Lo que más lamento es la perdida de la perra. Lo demás material se recuperan, la casa también. Pero el amor de esa perra no”, expresa pensando en aquella cachorra a quien preparaba para ser su nueva colega de búsquedas y que sabe, su presencia estará junto a Juan y él en nuevos operativos.
Fotos: Facebook y Emiliano a Villa María VIVO!