Una investigadora de la Universidad Nacional de Villa María se encuentra trabajando en un proyecto para desarrollar la posibilidad de darle una vida útil a la cáscara de maní que se desecha en la industrialización de ese cultivo: buscan generar plásticos a partir de esa materia prima orgánica y uno de los usos podría ser similar al papel film que se usa para recubrir alimentos.
Argentina, potencia manicera
Desde hace varios años, Argentina se ha posicionado como un país productor y exportador de maní, siendo Córdoba la provincia que concentra alrededor del 90 por ciento de la producción de este cultivo.
Principalmente, se elabora y se exporta maní blancheado, un producto derivado de la eliminación de la cáscara y el tegumento que recubre al grano, generando grandes volúmenes de estos residuos, cuya posterior disposición constituye un serio problema medioambiental.
La investigación en la UNVM
En este marco, un grupo de investigación del Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) se encuentra desarrollando un trabajo que busca dar respuesta a esta problemática.
Concretamente, el avance que propone la ingeniera Romina Martino, es generar plásticos biodegradables, a partir de la utilización de la cáscara y el tegumento de maní.
Su trabajo doctoral se titula: “Implementación de estrategias químicas basadas en la utilización de líquidos iónicos para el tratamiento y el aprovechamiento de la biomasa lignocelulósica con el fin de generar compuestos biodegradables con alto valor agregado”.
El objetivo
“El objetivo general de este proyecto es implementar estrategias químicas que permitan aprovechar la cáscara y el tegumento del maní con el fin de obtener productos derivados con alto valor agregado”.
“Estas estrategias están basadas, principalmente, en el uso de Líquidos Iónicos como solventes, los cuales nos permitirían la transformación de los desechos lignocelulósicos maniseros, evitando el uso de derivados del petróleo para la producción de plásticos”, relató Martino.
El proceso
Según detalló la becaria doctoral, una de las primeras etapas consiste en sintetizar esos líquidos iónicos, que son solventes más amigables con el medio ambiente y que serán utilizados para aplicar a los desechos del maní con los que trabajan.
“En este sentido, el objetivo de este trabajo de investigación, apuntará, en una primera instancia, a la caracterización físico-química de la biomasa proveniente de la industria manisera y, en una etapa posterior, al empleo de líquidos iónicos novedosos, para la optimización de la digestión de la biomasa lignocelulósica, con el fin de aprovechar las correspondientes fracciones enriquecidas en celulosa y lignina, que posibiliten la generación de productos con alto valor agregado”.
Al ser consultada por el tipo de productos que quieren generar, la becaria doctoral adelantó que su propósito final es optimizar el procedimiento típico para la preparación de un papel del tipo film, el cual sería utilizado para recubrir alimentos aportándole propiedades antioxidantes.
Además, ese producto tendrá la particularidad de ser biodegradable, disminuyendo así la huella ambiental.
Por otra parte, la becaria del Conicet destacó que para el abordaje de este trabajo están en vinculación con la Fundación Maní Argentino, y en particular con la empresa Lorenzati Ruetsch y Cía., quienes proveen de la cáscara y el tegumento de maní necesario para llevar a cabo los ensayos.
“Química verde”
Por último, la ingeniera en alimentos comentó que, actualmente, muchas líneas de investigación se orientan hacia una química verde, implementando procesos químicos más sustentables.
“La idea es ir supliendo el uso solventes que son tóxicos o contaminantes tanto para las personas como para los recursos naturales”.
En este mismo sentido, Martino resaltó que el desarrollo de esta línea tiene un doble impacto: para la comunidad en general porque reduce el deterioro ambiental y para las empresas alimenticias a las que les posibilitará contar con envases biodegradables para la conservación de los alimentos elaborados.
Perfil de la investigadora
Romina es nacida en Villa María y graduada de la carrera de Ingeniería en Alimentos de la UNVM.
Es becaria Conicet, con lugar de trabajo en el Instituto Multidisciplinario De Investigación y Transferencia Agroalimentaria y Biotecnológica (IMITAB) bajo la dirección y co-dirección del doctor Mario Lanteri y la doctora Marianela Sánchez, respectivamente y se encuentra realizando el doctorado en Ciencias con Mención en Agroalimentos del Instituto de Básicas y Aplicadas.
Además, ejerce la docencia en distintos espacios curriculares tanto de la carrera de Alimentos de la UNVM como de la Escuela Superior de Lechería (Esil).