En el primer día del juicio a Franco Sosa, acusado de homicidio calificado por el vínculo en la muerte de su hijo Lázaro Sosa, que estaba bajo su cuidado, surgieron dos versiones de los hechos y de lo que era la vida alrededor de la víctima, que sonaron muy contrapuestas.
Durante la mañana y parte de la tarde, declararon principalmente familiares de Franco Sosa. Luego lo hicieron una expareja, y más tarde lo hizo otra expareja, madre del niño fallecido, Estefanía Sánchez.
Entre los primeros y los últimos testigos, las versiones y visiones de las circunstancias que rodearon la muerte de Lázaro fueron cambiando.
Los momentos fatídicos
El hecho ocurrió el 2 de junio de 2022, cuando el menor sufrió una descompensación en el domicilio en Agustín Tosco 179, en barrio San Nicolás, resultando en su hospitalización y posterior muerte por hemorragia cerebral.
El fiscal de Cámara, Francisco Márquez, sostiene que el menor fue víctima de maltrato infantil, incluido el síndrome del bebé sacudido. La defensa argumenta la falta de pruebas suficientes y pidió presentar informes internacionales que cuestionan la relación entre el síndrome del bebé sacudido y el maltrato infantil.
Solicitud de juicio y acusaciones
El fiscal de Cámara Francisco Márquez adelantó que pedirá prisión perpetua como condena para Franco Sosa, en este juicio que es juzgado por homicidio calificado por el vínculo, basado en pruebas que sugieren que el menor fue víctima de malos tratos.
Según leyó de informes médicos, el bebé presentaba “hemorragias retineales bilaterales de origen agudo y lesiones en coroides que indican cronicidad de lesiones oftalmológicas. Las lesiones encontradas a nivel cerebral como hemorragia son recientes y vitales. Causa eficiente de muerte: hemorragia cerebral con traumatismo craneoencefálico, con constatación de lesiones compatibles con síndrome de bebé sacudido”.
Esto fue confirmado, agregó el fiscal, por la unidad interdisciplinaria de atención a la violencia infantil del hospital de niños de La Santísima Trinidad de Córdoba capital “la que estableció que lesiones encefálicas agudas productos de injuria no accidental, síndrome de maltrato infantil físico correspondiente a la actual denominación de trauma encefálico abducidos síndrome del bebé sacudido”.
Defensa y referencias internacionales
La defensa, a cargo del abogado Joaquín González, pidió la incorporación de informes de la Universidad de Cambridge y de la Agencia de Salud de Suecia, en los que, según dijo, se sugiere que el síndrome del bebé sacudido no necesariamente implica maltrato infantil.
La defensa argumentó que era crucial que el jurado y el tribunal escucharan estas discrepancias y también planteó la posibilidad de que una profesional testifique mediante videoconferencia.
El fiscal ha rechazado la inclusión de nuevas pruebas solicitadas por la defensa, argumentando que no se han presentado elementos suficientes para cuestionar la investigación inicial.
Los pedidos de la defensa no fueron aceptados por el tribunal.
Sosa contó cuántos hijos tuvo con distintas mujeres y no declaró
Franco Sosa presenta un perfil complicado, marcado por relaciones personales conflictivas y un pasado de consumo de drogas.
En su declaración sobre aspectos personales, contó que se casó con una mujer, con quien tuvo dos hijas, y también tuvo otra hija con otra mujer.
De las tres hijas, una de 9 años, otra de 7 años y una tercera de la cual no recuerda la edad exacta, estimada en unos 8 años.
Estas relaciones ocurrieron antes de su vínculo con la madre del menor fallecido.
Sosa dijo que fue consumidor de cocaína desde los 17 hasta los 26 años. Además, no completó la escuela secundaria.
En el marco del juicio por la muerte de Lázaro, Sosa se abstuvo de declarar.
Testimonios y antecedentes
Durante el primer día del juicio, testigos clave han brindado su testimonio.
Rogelio Armando López, un ex policía que además es vecino de la casa donde ocurrieron los hechos que se investigan, describió cómo es día del 2 de junio de 2022 escuchó gritos y vio a personas corriendo hacia el domicilio de Tosco 179.
Al ingresar, encontró al menor inconsciente y a su madre arrodillada en la habitación, aparentemente en estado de shock.
El menor fue trasladado de urgencia por él en su vehículo particular hacia la Asistencia Pública municipal, y desde allí en ambulancia hacia el Hospital Pasteur, donde se confirmó su estado crítico del bebé.
El padre del acusado
El padre de Franco, llamado Carlos Sosa también testificó, declarando que su hijo es inocente y que, aunque hubo discusiones entre ellos, aseguró que el acusado nunca ejerció violencia física.
Sin embargo, la fiscalía presentó antecedentes de violencia familiar de Franco Sosa, señalando que fue denunciado dos veces en 2021, otras en 2015 y 2019, y en 2022 dos veces más.
Testimonio de Estefanía Sánchez y revelaciones sobre el día fatídico
La audiencia del juicio contra Franco Sosa, acusado de homicidio calificado por el vínculo con su hijo Lázaro Sosa, continuó con testimonios clave durante la tarde, incluyendo el desgarrador relato de Estefanía Sánchez, madre del niño fallecido.
Ella llegó a estar detenida 9 meses e imputada por este hecho, pero luego fue sobreseída.
Su declaración, cargada de detalles, fue central para tratar de entender los hechos del 2 de junio de 2022, día en que ocurrió la tragedia.
Contó que esa tarde había merendado junto a Franco Sosa y su hijo en la casa del barrio San Nicolás en Villa María.
Describió el momento en que intentó llevarse al niño con ella, pero Franco le pidió que lo dejara allí. Sánchez accedió, acostó a Lázaro en su cochecito y lo dejó dormido antes de salir a buscar a su otra hija. “Mi hijo me miraba, sonreía”, recordó, detallando que salió de la casa alrededor de las 15:15.
Posteriormente, Sánchez se dirigió a la casa de su abuelo en barrio Malvinas Argentinas de Villa Nueva, llegando minutos antes de las 18:00. Fue allí donde empezó a sospechar que algo andaba mal, cuando le enviaron una foto de Lázaro y notó algo extraño en sus ojos.
Durante una videollamada, Franco le informó que el bebé se había “ahogado”.
Desesperada, cruzó en moto toda la ciudad para llegar a la casa de Franco.
“Salí en la moto, no sé cómo llegué, sinceramente Dios me guardó en el camino”, relató. Al llegar, dejó la moto tirada en la calle y comenzó a golpear las puertas, pidiendo que le abrieran.
Cuando finalmente logró entrar, Franco abrió la puerta con el bebé en brazos.
Sánchez describió con dolor el momento en que vio a su hijo: “Cuando lo alzo veo que estaba morado. Realmente sentí un dolor en el pecho”.
Intentó realizarle maniobras de RCP, pero no obtuvo respuesta.
En medio de su desesperación, la hermana de Franco le pidió que dejara de gritar. “Me decía que dejara de gritar como una loca cuando yo tenía a mi hijo muerto en brazos”, contó entre lágrimas.
Cuestionamientos y dudas sobre Franco Sosa
A lo largo de su testimonio, Sánchez también expresó su incredulidad y dolor por el comportamiento de Franco Sosa durante todo el proceso. Recordó que, al enterarse de que Lázaro tenía muerte cerebral, Franco mostró una frialdad que ella no podía entender.
“Cuando la médica me dijo que tenía muerte cerebral, sentí que ahí me morí”, afirmó.
Sánchez mencionó que un policía le había dicho que lo de su hijo no fue un accidente, sino que fue intencional, recordó, agregando con angustia que no entendía por qué había sido detenida en ese momento. “No entiendo. Me presionaban, me decían cosas, ‘date cuenta, a tu hijo te lo mataron’. A mí hijo lo esperé un montón, lo amaba”, expresó.
Durante su tiempo en prisión, Sánchez relató cómo fue tratada y las dudas que la atormentaban. “Me mintieron, me trataron de mala madre, que había dejado a mí hijo con un monstruo”, comentó, añadiendo que pasó nueve meses en la cárcel, un tiempo que describió como devastador, tanto por la pérdida de su hijo como por el impacto en su vida personal.
“La pasé muy mal en Bouwer, fueron 9 meses donde perdí 2 hijos, porque mí hija no me quería atender los llamados”, relató, aunque también mencionó que fue en la cárcel donde encontró consuelo en su fe. “Estaba tranquila porque creía en que Dios iba a ayudar. En la cárcel me encontré con Dios”, afirmó.
Relación con Franco Sosa y su familia
Sánchez también describió la relación con Franco y su familia, marcada por conflictos y manipulación. Explicó cómo Franco no la dejaba irse de su casa, manteniéndola en una relación que ella calificó de tóxica. “Yo me quería ir de su casa y él no me dejaba, siempre manipulándome”, aseguró.
También reveló que había descubierto que Franco le era infiel con Priscila Múgica, su exesposa, lo que complicó aún más su situación.
Respecto a la familia de Franco, Sánchez los describió como conflictivos y problemáticos. Relató que su suegra y cuñadas estaban involucradas en el cuidado de Lázaro, pero siempre en un ambiente de tensión, agregando que la familia de Franco escuchaba cómo él la trataba mal.
Testimonio de la madre del acusado
La primera testigo de la tarde fue Analía Bastos, madre del acusado, quien relató los eventos del 2 de junio de 2022, día en que se desencadenaron los hechos que llevaron a la muerte del pequeño Lázaro.
Según Bastos, en ese momento no se encontraba en la casa, ya que había llevado a una de sus hijas a la Asistencia Pública entre las 16:30 y 17:00 horas. Al partir, afirmó que Lázaro estaba en buen estado, incluso mencionó que el niño le sonrió antes de salir.
Bastos también se refirió a la relación de su hijo Franco con la madre de Lázaro, describiéndola como conflictiva. Además, mencionó que la madre de Lázaro “lo sacudía todos los días”por situaciones cotidianas como el hecho de que el niño se vomitara.
Declaraciones de la hermana del acusado
Jimena Sosa, hermana de Franco, también testificó. Aseguró que el bebé estaba en buen estado el 2 de junio, indicando que ella misma lo había cuidado. Describió que ese día Franco, la madre de Lázaro y el niño merendaron juntos antes de que ella se retirara.
Jimena también relató que Franco estaba cansado de la relación con la madre de Lázaro, mencionando que había intentado alejarla de la casa en varias ocasiones, pero ella siempre regresaba.
Exesposa del acusado y otras declaraciones
Otro testimonio clave fue el de Priscila Mugica, exesposa de Franco Sosa.
Mugica declaró que, si bien su relación con Franco no era buena, no cree que él haya intentado matarla ni a ella ni a sus hijos, como se había sugerido en declaraciones previas.
Sin embargo, mencionó que la madre de Lázaro no tenía paciencia con el niño, lo que generaba tensiones constantes.
El tribunal incorporó una declaración anterior en la que se mencionaba que Franco había agredido tanto a sus hijos como a ella en varias ocasiones.
Otros testimonios de la familia y amigos
Diana Sosa, otra hermana de Franco, recordó con detalles la tarde del 2 de junio. Relató cómo la madre de Lázaro salió del dormitorio con el bebé en brazos, gritando y pidiendo ayuda, mientras Franco parecía estar en estado de shock.
Diana calificó la relación entre su hermano y la madre de Lázaro como “tóxica” y criticó la falta de cuidado de la madre hacia el niño.
Milagros Guerra, madrina de Lázaro y amiga de Estefanía Sánchez (madre del niño), también brindó su testimonio.
Relató cómo Sánchez le había informado que Franco le había dicho que el bebé se había ahogado con leche, pero una doctora luego le indicó que la causa del fallecimiento era otra, generando dudas sobre las versiones dadas por la familia Sosa.
Cómo sigue el juicio
El tribunal dictaminó un cuarto intermedio hasta las 9:00 horas de este martes 13 de agosto, horario en el que se reanuda la audiencia para continuar con los testimonios y tratar de llegar a la verdad de este caso.
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