Una jueza de Familia de Viedma autorizó que una mujer sea la gestante del hijo de sus amigos, en una práctica conocida como “alquiler de vientres”.
El hecho, inédito para el país, fue permitido legalmente por la jueza de Familia de Viedma, María Laura Dumpé, quién permitió que una amiga de la pareja, sea la portante de los embriones logrados a través de técnicas de reproducción asistida, conocida como in vitro.
El tratamiento consiste en la implantación de óvulos de una donante anónima, inseminados por el esperma aportado por uno de los integrantes de la pareja homosexual, que lleva 14 años de unión convivencial.
Al respecto, y en un tema que ya trae polémica, el doctor César Sánchez Sarmiento, director médico de Nascentis, centro de medicina reproductiva de la ciudad de Córdoba, manifestó que “el alquiler de vientre en nuestro país no existe, no está amparado por ninguna ley. El Código Civil dice que el hijo es de quien lo lleva en el vientre y lo pare. Por lo tanto, el alquiler de vientre sería algo así como: “El hijo es mío y yo te pago a vos para que lo lleves en tu panza, pero cuando lo tengas, es mío por contrato”. ¿Acaso no es difícil de comprender y hasta de aceptar?”.
Ante lo ocurrido en Río Negro, el especialista aclaró que “la manera de conseguirlo es realizando un pedido formal ante la Justicia y que sean los jueces quienes evalúen el caso y decidan qué hacer”, y agregó: “en un país como el nuestro, el alquiler de vientres es un tema complejo, y centro de disputa y debate de muchas instituciones: diputados, senadores, gobernantes en general, organizaciones no gubernamentales, fundaciones, la Iglesia, entre otras”.
“Hay infinidad de conflictos éticos y morales que circundan a este tema, y por sobre todas esas cuestiones considero que el alquiler de vientre va en contra de la cultura argentina relacionada con los hijos, su crianza, su identidad” explicó el facultativo.
Para el doctor Sanchez Sarmiento, “la mirada del sistema está solamente en quien lleva al bebé en la panza, lo que demuestra que, si en algún hipotético momento llegáramos a tener al alquiler de vientre como una posibilidad legalmente reconocida, el eje debería ser compartido, y tanto quien paga para alquilar el vientre como quien lo alquila deberán ser igualmente contemplados por la ley. Y esto también necesita de un cambio cultural que a nuestro país, pienso, le va a llevar muchos años.”
Foto: Ilustrativa – archivo Villa María Vivo