Alejandra Navarro es una mujer trans, trabajadora social y docente del Programa de Terminalidad Educativa: enseña a sus compañeras trans para que terminen sus estudios.
La docente forma parte del programa para jóvenes y adultos de la Secretaría de Educación y Cultura de la Municipalidad de Villa María.
Coordina un grupo de estudio con personas trans de la ciudad y contó cómo lograron mantener el espacio durante la pandemia.
Ella ingresó como tutora estudiantil, realizando acompañamiento y con un anclaje pedagógico dedicado a estudiantes adultos.
Luego comienza a ocupar el rol de docente. Lleva 4 años en el programa, dos como tutora y dos como docente.
Enseña a sus compañeras
“Surgió la iniciativa más que nada para acompañar a lxs compañerxs trans, más específicamente al colectivo trans femenino cuya escolaridad es casi nula en lo que educación secundaria se refiere”, contó Alejandra a Villa María Educativa.
Las estudiantes no podían asistir en el horario regular del programa “por su condición de trabajadoras sexuales en su gran mayoría”.
Por esto, Alejandra llevó las demandas al programa para coordinar un horario especial.
“Quería que funcionase como centro de tutoría de 16 a 19, explicando la razón y entendiendo que la realidad de las chicas les impedía cursar en el horario que normalmente se cursa”, detalló.
Así, presentó la propuesta a finales del 2019 y la aceptaron para implementarla desde 2020.
Cómo estudiaron en la pandemia
Con la pandemia, Alejandra contó que el programa también se desarrolló de manera virtual.
“Le fue dando más contención a lxs estudiantes y por ende facilitando el cursado a las chicas trans que junto con ellas se sumaron otras disidencias LGBTIQ+”.
El trabajo con este colectivo, “es el mismo que venimos realizando con el programa lo único que tiene de distinto que la coordinación y acompañamiento pedagógico las realizo yo en persona”.
Durante la pandemia, lograron armar grupos de estudiantes que tenían acceso a herramientas tecnológicas y quienes no: “Esto fue fundamental para llevar a cabo parte de la cursada”.
Modelos educativos más inclusivos
“El sistema educativo viene planteado en una lógica binarista sexogenérica, aún hay contenidos que sostienen este modelo”, explicó Alejandra sobre la importancia del programa.
Y agregó: “aún se piensa en el cotidiano de la heteronormatividad y no contempla, como en el caso de las chicas trans, los horarios no convencionales de sus labores de subsistencia”.
“Para pensar otros modelos educativos que sean más inclusivos aún nos queda esperar y evaluar que deja esta pandemia cómo aprendizaje para diseñar uno que en verdad incluya a todos todas y todes”, reflexionó.