- Una villamariense logró un trasplante de riñón.
- La espera en diálisis.
- Las posibilidades de tener una nueva vida después del trasplante.
Hace pocos días ocurrió la primera ablación multiorgánica del año en Villa María, en el Hospital Regional Pasteur.
Pero también hubo otro hito importante, una mujer villamariense recibió de un donante anónimo un riñón y ahora tiene la posibilidad de una nueva vida.
Cuando un tratamiento de sustitución artificial como la hemodiálisis, parece la única alternativa, las horas junto a una máquina pesan y mucho. Ahí es donde el calor humano y el compromiso con la salud priman.
Es por ello que Villa María VIVO dialogó con los médicos del centro de diálisis donde esta mujer se trató en los últimos años para conocer los pormenores de enfermedades crónicas, largos tratamientos y una espera que se vuelve esperanza.
Los nefrólogos Amadeo Ancarani, Juan Pablo Maldonado, Gabriela Bergamin y la médica especialista en clínica, Romina Machado, del Instituto Kolff contaron cómo es acompañar a los pacientes, cómo se vuelven parte de sus familias y abrazan esa esperanza de quien pone en sus manos su calidad de vida.
-¿De qué se trata la diálisis?
-Los pacientes que vienen a nuestro centro padecen una patología que es la insuficiencia renal crónica. Dependen de una máquina para que se filtre su sangre y de esa forma poder sobrevivir.
Concurren tres veces por semana, cuatro horas por sesión. Es la hemodiálisis, luego hay otra forma que es la diálisis peritoneal.
La diálisis para esos pacientes es su forma de vida y ahí aguardan para ingresar a la lista de espera para trasplante de rinón.
-¿Cómo y cuándo inicia un operativo de trasplante?
-Cuando una persona tiene muerte cerebral que ya es una situación irreversible, ya no hay vida después de eso sino que solo hay funciones vitales que sostienen a los órganos y tejidos.
En ese momento, mientras todavía hay perfusión de los órganos, es donde se plantea la posibilidad de donar. De acuerdo a la ley actual, somos todos donantes, salvo que se haya informado lo contrario.
En la práctica se les informa a los familiares y cuando la causa de la muerte cerebral no es una contraindicación para para donar, se vuelve a chequear que no se haya opuesto.
Ahí se informa a INCUCAI y ECODAIC (Ente Coordinador de Ablación e Implante de Córdoba) que hay un potencial donante y se activa el operativo.
Lo primero que se verifica son las compatibilidades de grupo sanguíneo y otras más específicas que tienen que ver con la inmunidad. Ahí de todas las personas que están en la lista de espera de trasplante renal, se hace otra lista de prioridades de acuerdo a la compatibilidad.
Entonces contactan al paciente, aunque generalmente es al centro de diálisis, para informar que hay un riñón con determinadas características. Si el paciente receptor no cursa una infección ni nada que contraindique la cirugía, se traslada al centro de trasplante.
Por otro lado, el de la ablación, en el centro médico donde se inició el aviso del operativo se coordina la logística para trasladar el riñon a donde vaya el receptor.
Una vez hecha la cirugía, se sigue con el postrasplante, que es otro tratamiento médico.
-¿Cuánto tiempo de preparación tiene un paciente y el Centro que lo asiste, en el caso de ustedes?
-Es una cirugía de urgencia. Apenas nos avisan, se le informa al paciente para que haga las 8 horas de la cirugía y se traslada a Córdoba, donde se hace el trasplante.
Siempre en nuestro caso, hay que contemplar la instancia de diálisis.
Luego en cuanto al preparativo, todo paciente que ingresa a terapia sustitutiva renal se registra en INCUCAI como pacientes en diálisis. Y después se les ofrece a todos, salvo que haya una contraindicación absoluta, que se haga la valoración en un centro de trasplanta, que en nuestro caso es valoración pretrasplante renal. Y ahí se evalúa, recién ahí entra en lista de espera.
-¿Cuál es la posibilidad de sobrevida y calidad de vida de un paciente que se trasplante?
–La sobrevida del paciente al ser trasplantado, aumenta por arriba del 90% al año, comparado con el de diálisis que es cercano al 50%.
Una vez superados los tres primeros meses del trasplante, que es donde más complicaciones puede haber en relación al procedimiento quirúrgico, como cualquier cirugía, y sumado a la medicación inmunosupresora para evitar rechazo del órgano, la calidad de vida mejora. Y el paciente con el tiempo puede tener una vida casi con normalidad, siempre cumpliendo con los debidos controles y cuidados.
-Entonces, ¿Cuál es la importancia de ser donante?
-En Argentina el promedio en lista de espera está entorno a los 4 o 5 años. Durante ese tiempo el paciente debe realizar diálisis, y puede tener las complicaciones propias del tratamiento. Por eso, si hay más donantes, el tiempo de espera es menor y las posibilidades de trasplante aumentan.