La historia del hombre que lleva casi 50 años encerrado en el neuropsiquiátrico

Desde hace 47 años, Miguel A. está encerrado en el Hospital Psiquiátrico Vidal Abal de Oliva. En 1975 fue imputado por lesiones leves.

Es la persona que más años lleva privada de su libertad en Argentina, incluso más que Robledo Puch.

El caso fue publicado por La Voz, luego de que Consuelo Bisconti, Trabajadora Social del psiquiátrico, se interese por la vida del hombre de 70 años que luce como una “persona normal”.

Diagnóstico clínico e imputación

Nació en Chaco, pero trabajaba en Córdoba haciendo tareas rurales y de albañilería. A los 22 años fue ingresado a la colonia psiquiátrica con diagnóstico de esquizofrenia paranoide.

En la ficha de ingreso al Hospital figura que había sido procesado por lesiones leves en una causa penal iniciada en el Juzgado Federal de Bell Ville a cargo del juez federal Eudoro Vázquez Cuesta.

En su historia clínica, incluso, figura que se le aplicó terapia de electrochoques en ese período, reveló La Voz este lunes.

En 1975 Miguel tuvo un altercado con un enfermero y se le inició una causa judicial, pero fue sobreseído por considerárselo inimputable por su salud mental.

Después de eso la justicia se olvidó de Miguel.

En el 2015 se quemaron expedientes judiciales del Tribunal Federal de Bell Ville debido a la destrucción periódica de expedientes judiciales y su causa prescribió.

Informe

La Trabajadora Social se comunicó con el juzgado de Bell Ville. El actual magistrado ordenó diligencias en la institución de salud mental, pudieron conocer a Miguel y los informes de los profesionales fueron contundentes, dice La Voz.

“El estado de salud es estable, no presenta patologías, se maneja solo, puede comer e ir al baño, no tiene fiebre, los signos vitales están dentro de los valores normales. En palabras médicas diuresis y catarsis positiva, camina, deambula, se alimenta por sus propios medios, circunstancias que en un geriátrico son positivas”.

Para los profesionales del Vidal Abal, Miguel no podría soportar vivir en otro contexto y sin familiares.

Una hermana

La Voz contactó a una hermana de Miguel, Ramona, quien vive en provincia de Buenos Aires y contó que varias veces viajó a Oliva a visitarlo pero en los últimos años sus salud empeoró y ya no pudo hacerlo.

Además, la hermana señaló que durante un tiempo “Miguel vivió un espanto”.

Foto: LaVoz.com.ar

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