En el marco de la inauguración del Polo de la Mujer en la mañana de este jueves 5 de octubre, estuvieron presentes dos mamás de dos víctimas de violencia de género. Hechos que tuvieron repercusión a nivel nacional.
Carola Labrador es la madre de Candela, la niña de 11 años que fue secuestrada y asesinada en agosto de 2011. En tanto que Verónica Camargo es la madre de Chiara Páez, la joven que murió a causa de los golpes que le propinó su novio. Este último hecho fue el que despertó la primera movilización por el Ni Una Menos.
Camargo aseguró que no quiere ni política ni violencia en las marchas. “El primer Ni Una Menos fue apartidario apolítico, de toda la gente y sin violencia. En paz”.
Y agregó que no participó más porque está “en contra de toda violencia”.
También habló sobre el rol del estado y dijo que “es importantísimo que se ocupen y que no quede en la nada”. Aseguró que deben hacer un seguimiento continuo: “Con la violencia se hace la denuncia, se logra algo, pero después la mujer por miedo o falta de continuidad en el apoyo, regresa con el agresor”.
Dijo que “todos debemos comprometernos desde el lugar que ocupamos”.
Es en la casa donde se debe la cambiar la mirada sobre la mujer
Labrador sostuvo la importancia de cambiar desde el hogar la mirada hacia la mujer. “Hay que criar hombres de bien y decirles que a las mujeres hay que cuidarlas y tratarlas bien”, dijo. Afirmó que desde su lugar colabora con la propia experiencia para que no maten más a ninguna chica.
Foto: Villa María Vivo!