[FOTOS Y VIDEO] En un campo ubicado entre La Playosa y Los Zorros se erige una capilla que sale de lo convencional para adentrarse en el mundo de lo intangible. Rodeada por el agua de las inundaciones, la construcción religiosa es una de las más extrañas del país.
La obra lleva el nombre de San Bernardo y según detalla La Voz del Interior, está construida íntegramente de ladrillo, con una cúpula que se abre hacia el oeste, y que en cada atardecer del sol genera en su interior un juego de sombras naturales que van armando una cruz.
Lo distintivo reside que en dicha cruz no está construida, sino que es la orientación del sol la que le da forma cuando reposa en el horizonte. Además, el sol es la única fuente de iluminación del templo.
La obra
Su arquitecto es Nicolás Campodónico y la hizo por un pedido especial en un campo perteneciente a su familia.
“No es una iglesia formal. Es un lugar de oración, en medio de la nada, pensado en las ideas de recogimiento, interioridad y fe, que buscan despojarse de lo material y el confort”, contó el profesional a La Voz del Interior.
En dicho diario se explica que en la construcción se intentó salir de lo tradicional: “Siempre lo más importante es la cruz, pero acá no hay una cruz física”. Además, para ingresar ese necesario hacer un recorrido a través de muros que comienzan en una pequeña puerta lateral.
Tiene 90 metros cuadrados y tomó cinco años en terminar. El proyecto se inició en 2010 y finalizó en 2015. Hoy no se puede acceder, por causas de las inundaciones.
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Capilla San Bernardo from nicolas campodonico, arquitecto on Vimeo.
Fotos y video: Nicolás Campodónico / La Voz del Interior
