La actual licencia de Martín Gill como intendente de Villa María vence el 27 diciembre: qué puede pasar en los próximos días en el Concejo Deliberante.
Frente a las manifiestas intenciones del actual secretario de Obras Públicas de la Nación de continuar en ese cargo por pedido del presidente Alberto Fernández, se contrapone un panorama no tan simple de resolver.
El apoyo (o la abstención) que tuvo en su momento cada pedido de licencia por parte de los concejales peronistas, ya no se cuenta de la misma manera.
Las distintas posiciones ponen al jefe del Ejecutivo local frente a un desafío mayor que en ocasiones anteriores.
Análisis de la licencia de Martín Gill
Todo esto fue materia de conversación en la columna semanal de Villa María VIVO en el programa Desayuno 20 que conduce Martín Alanis en la pantalla de Canal 20.
Gill sabe que tiene por por seguros los votos de tres concejalas oficialistas: Verónica Vivó, Claudia Arias y Paula Miozzo.
Incluso puede llegar a contar nuevamente con la mano de Julio Oyola, aunque vale recordar que en los últimos comicios legislativos, el extribuno apoyó la lista que competía con la de Gill.
En caso de dar su respaldo, hasta allí serían 4 votos.
La bancada de enfrente, Vamos Villa María, es de esperar que se pronuncie completamente en contra, como lo hizo siempre en este tema, por lo que serían 5 votos negativos.
Los conejales del bloque Somos, Daniel López y Juan Carlos Cladera, declararon públicamente que votarán en contra.
En otras ocasiones votaron a favor o se abstuvieron, posición esta que favorece al oficialismo.
Ahora la postura sería firmemente en contra, según aseguraron fuente provinciales.
De ser así, y sumados estos 2 a los 5 de la oposición, no habría posibilidades de alcanzar una nueva licencia para Gill con 7 votos en contra sobre 12.
El voto doble de Carlos De Falco, a cargo de la presidencia del Concejo, solo valdría en caso de empate.
Pero hasta aquí la cuenta da 7 a 5 como muy optimista, y sólo si De Falco también votara a favor.
Pero es de público conocimiento que el titular del legislativo viene reclamando desde hace mucho tiempo cambios en la administración municipal.
Ha pedido más de una vez un relanzamiento de la gestión.
En los últimos comicios legislativos, también estuvo apoyando a la lista de Hacemos por Córdoba, que competía con la Gill.
Incluso, con Gill siendo candidato a diputado nacional (cargo al que renunció antes de asumir), consideró que la situación había cambiado con respecto a los anteriores pedidos de licencia.
Por lo tanto, es un voto que no se puede contar como seguro entre los positivos.
¿Qué puede pasar en los próximos días?
Al momento de publicarse esta nota no se tenía conocimiento de que se hubiera presentado un nuevo pedido de licencia.
Restan dos sesiones ordinarias previo al vencimiento de la licencia: jueves 16 y jueves 23 de diciembre.
Si un nuevo pedido no ingresa antes de estas fechas, casi no quedaría tiempo para resolverlo, ya que el permiso vence el lunes 27.
Especulando con posibilidades numéricas para alcanzar los votos necesarios, habría que pensar en algunas opciones más improbables:
Una puede ser que los concejales de Somos finalmente no voten en contra, como anticiparon, sino que se abstengan o no asistan a la sesión.
Más remotamente, pero nunca imposible en política, es que el oficialismo sume algún voto de la oposición, algo que nunca ocurrió hasta ahora.
La verdad se sabrá en los próximos días:
Primero, si entra o no un nuevo pedido de licencia.
Segundo, si todos votan como sus conductas y palabra previas lo marcan.
En caso que Gill no pueda renovar su licencia al cargo de intendente, volvería a ejercer en Villa María como primer mandatario, tomando las riendas de la gestión municipal.
Desde su entorno han descartado de plano cualquier posibilidad de que renuncie y llame a elecciones anticipadas para elegir un sucesor.