Un hombre de 33 años fue juzgado por hechos de violencia familiar y recibió este miércoles su condena. Pero recuperó inmediatamente la libertad por recibir prisión de ejecución condicional.
Este miércoles 6 de septiembre se llevó a cabo en el palacio de Tribunales de nuestra ciudad un juicio con modalidad de abreviado.
Fue contra Nicolás Atahualpa Abratte Azamor de 33 años, nacido en Buenos Aires pero con último domicilio en Villa María, donde ocurrieron los hechos por los que se los juzgó.
Que fueron entre el 5 y 6 de marzo de este año, enmarcados en violencia familiar.
Llegó al banquillo de los acusados sin condenas previas, pero cumpliendo prisión preventiva y contó con la defensa de la asesora letrada de Tercer Turno, Ivana Castoldi.
Así, el tribunal presidido por la jueza Edith Lezama de Pereyra resolvió declararlo autor penalmente responsable de los delitos de:
Desobediencia a la autoridad reiterada (dos hechos), daño y coacción.
Y lo condenaron a dos años de prisión de ejecución condicional por lo que ordenaron su inmediata liberación.
De todos modos, deberá realizar un tratamiento psicológico y abstenerse de relacionarse con la víctima, de quien se preserva su identidad.