Luciana Echevarría asume el rol de una izquierda que busca renovarse y cambiar sus métodos, para convertirse en una alternativa atractiva para miles de votantes que hoy no tienen una referencia clara en lo partidario.
La legisladora provincial es la primera precandidata a diputada nacional por el Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), junto al vicedecano de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba, Raúl Gómez, quien encabeza la lista de senadores.
► TODO SOBRE: ELECCIONES 2021
Participan en la interna dentro del Frente de Izquierda y los Trabajadores Unidad (Fitu) junto a otras tres nóminas.
Pero esta dispersión aparente, para Echevarría es motivo de entusiasmo, “porque la izquierda va unida”, dice.
Y lo explica así: “Somos un frente de cuarto fuerzas y pase lo que pase en las Paso, vamos todos juntos en noviembre”.
Ir a internas es una buena noticia para esta candidata.
“Significa que nuestros propios votantes van a poder elegir y ser parte de la conformación de las listas, a diferencia de otros espacios políticos que ponen los candidatos a dedo”, remarcó.
Luciana Echevarría pide un cambio
En diálogo con Villa María VIVO, la legisladora consideró que es positivo poder reflejar los debates internos de la Izquierda, aclarando que la unidad no tiene que significar uniformidad y deben asumirse los “matices” entre las distintas fuerzas.
Al Fitu lo integran también el Partido Obrero, Izquierda Socialista y el Partido de los Trabajadores Socialistas.
“Nuestra lista plantea que la izquierda debe operar ciertos cambios si quiere ser una alternativa para millones. Hace falta una renovación generacional. Las nuevas generaciones son las protagonistas de los grandes cambios en el mundo. Es importante que no estén como un decorado en los cargos testimoniales de las listas”, definió Luciana Echevarría.
Explicó que esta renovación que plantea abarca formas organizativas para contener muchos activistas que están fuera del espacio, pero que coinciden en las consignas, posiciones y reclamos, como las causas relacionadas al medio amiente y a los derechos de las mujeres y diversidades.
Pidió “dejar de ser una mera alianza electoral” para convertirse en “un gran movimiento político, diverso, con un programa con propuestas de fondo, donde todos estos espacios tengan lugar”.
En la entrevista con este sitio, la candidata del MST marcó diferencias con las otras listas que pugnan en la misma interna.
Las mismas prácticas
“Lamentablemente siguen reproduciendo ciertas prácticas dogmáticas y sectarias, que no están a la altura de la catástrofe social que vivimos hoy. La pandemia va a dejar estragos desde todo punto de vista”, advirtió en un pedido de reacción.
Considera que las propuestas que elevan desde la Izquierda “tienen que poder llegar” a más votantes. “Debemos hacer los mayores esfuerzos para no jugar un rol testimonial, sino ser una alternativa de gobierno”.
“Evidentemente -reconoce-, hay algo que no les termina de convencer” a los votantes que podrían ser seguidores del frente.
“Me pasa mucho de encontrar personas que están de acuerdo con las propuestas, pero terminan votando a otros espacios. Tenemos hoy la oportunidad de dar ese salto. Pero hay que revisar qué hace la propia izquierda, y no siempre echarle la culpa a los demás”, concluyó.
“Una alternativa real”
En el mismo sentido, Raúl Gómez dijo que el gran desafío en Córdoba es “mostrarse como una alternativa real”.
Reconoció que, así como está hoy, “la izquierda no se muestra atractiva, porque no aparece con posibilidades de llegar al poder”.
Coincidió en que “es saludable la interna, porque muestra la diversidad”, y entiendo que eso es atractivo para miles de cordobeses.
“Es el momento de mostrar de cómo la izquierda puede llegar a ser esa alternativa. No podemos echarle la culpa a la gente que no nos vote”.
Por eso proponen una izquierda que se amplíe a sectores no partidario y poner las bancas al servicio de esa construcción.
“Tenemos la experimenta directa a través de Luciana, que en un año y medio se presentaron más de 170 proyectos y se hizo la experiencia inédita de la banca abierta: los grupos, comunidades y grupos, pueden presentar sus proyectos, y ser vehiculizados a través de esta banca”, relató Gómez.
“Es una forma de gestión política legislativa que puede hacer crecer mucho a la izquierda para convertirla en alternativa”, subrayó.