En una jornada agobiante, y con menos intensidad desde lo futbolístico en comparación con el pasado fin de semana, se desarrollaron las semifinales del torneo clausura Juan Mulinetti en Arroyo Cabral y Ticino.
La primera, Atlético recibía a 9 de Julio de Pasco. Otra vez se repitió el capitulo, el local fue dueño y amo del clásico, se necesitaba casi de un milagro para que el “albiceleste” logre revertir el resultado puesto en la ida.
Con gol de Santunione en el segundo tiempo sellaron la llave con un global de (4 – 0).
.
En el otro escenario, Argentino de Villa María visitaba al actual campeón, Rivadavia. En la ida no se habían sacado ventaja.
El primer tiempo fue empate en cero, pero el “verde” parecía manejar mejor la pelota. Ya con la etapa complementaria en juego llegaría un penal para el dueño de casa, y Berterame lo cambiaría por gol.
Los dirigidos por Santoni manejaban los tiempos, pero desperdiciaban los contragolpes que se le presentaban.
Pasados los cuarenta minutos de la etapa final, Gastaldi establecía el 2 a 0 final.
Y cuando todo indicaba estar terminado, en uno de los últimos intentos de el “lobo”, el juez de la tarde cobró un dudoso penal. No obstante, la figura de la tarde cabralense, Gobbi, puso justicia y detuvo el penal de Díaz.