El Partido Obrero es una de las tres fuerzas que en las Paso de este año para elecciones legislativas nacionales compite dentro del Frente de Izquierda.
Los principales precandidatos son Soledad Díaz para la boleta de diputados y Emanuel Berardo para el tramo de senadores.
Fue la mujer quien llegó a Villa María acompañada por el histórico dirigente Eduardo Salas, también precandidato a diputado.
Entre los dos, convocaron a la prensa en un café céntrico y dieron a conocer sus posturas y propuestas para estos comicios, en los que deberán definir la conformación final de la lista en contienda electoral con el MST y el PTS-Izquierda Socialista.
Este es un resumen de la conversación con los candidatos:
-¿Cómo caracterizan la situación en la provincia de Córdoba?
-(Soledad Díaz) Córdoba está atravesada por la crisis que vive el país. Tenemos 50% de la gente debajo de la línea de pobreza y 13% en la indigencia. Esto, agravado por la crisis sanitaria. Ahora se viene la variante Delta y entramos en el atolladero de lo que implica el vaciamiento de la salud pública. Y en el medio de todo esto, una campaña electoral en la que se pretende establecer una polarización entre quienes han gobernado y han llevado a esta catástrofe social. En parte de la población hay un fuerte desencanto y desilusión frente a lo que venía a proponer el gobierno de Alberto Fernández, que era terminar con el ajuste macrista, pero lo que vemos es que ese ajuste se profundizó de manera dosificada.
-¿Qué proponen para revertir esta situación?
-(S.D.) En primer lugar, la defensa del salario y las jubilaciones, que fue de lo más atacado por los últimos gobiernos. Rechazamos este robo a la caja de jubilaciones provincial, que va en línea de una armonización con las jubilaciones nacionales. Defendemos el salario, para que cubra la canasta básica y no caer en la pobreza. Si el trabajador pierde el valor adquisitivo, la economía no puede funcionar porque se empobrece la población. Como otro eje central, la defensa de los puestos de trabajo. Existió un decreto nacional de prohibición de despidos y suspensiones, que no se aplicó en la práctica. Tenemos más de un millón de despidos a nivel nacional y que crece en la provincia de Córdoba. Hay que establecer una política para que toda fábrica que cierre o despida, se pueda poner bajo control de los trabajadores. Dividir las horas de trabajo y establecer una salida para generar estos puestos de trabajo. Esto va de la mano con otro punto central, que es la vivienda. Si la obra pública va destinada a satisfacer las necesidades de la mayoría, la construcción de viviendas populares es una buena salida al déficit habitacional y el hacinamiento, generando puestos de trabajo. Salario, trabajo, vivienda, y derechos y condiciones de vida digna para las mujeres, diversidades sexuales y juventudes que hoy enfrentan la precarización laboral.
-¿Faltan propuestas de parte de los gobiernos para generar empleo?
-(Eduardo Salas) Todo está sometido a una suerte de exacción de recursos. Ahora van a venir 4.200 millones de dólares del FMI que era, para salud, pero vuelven al fondo. Si todo el tiempo es una sangría, es imposible generar empleo. Hay que tener un plan de desarrollo, saber qué se produce y para quien. Hay que reorganizar la producción del país teniendo en cuenta los recursos que hoy se van. El ahorro nacional no puede perderse. Tiene que convertirse en un plan de desarrollo. Eso requiere un control sobre los bancos. Ellos fugan la plata. Estamos hipotecados por 45.000 millones de dólares. Cristina dijo que no los iba a pagar porque era criminal, y ahora dijo que no se va a usar la plata que era para salud, y la envían nuevamente al Fondo. Y el país se hunde.
-¿Por qué la gente tiene que estar con la Izquierda?
-(E. S.) Ya nos gobernaron todos. La dictadura dejó la pobreza en el 25%. Los más de 30 años de gobiernos democráticos nunca bajaron el nivel de pobreza, sino que lo aumentaron. Fernández dijo que venía a llenarle la heladera a los argentinos, pero no hay nada. Solamente la llenó de hielo. Hay que buscar por la Izquierda. Si no, van a seguir haciendo lo mismo. Y hay un pueblo que no está dispuesto a eso. Es el pueblo que pelea para no caer en el hambre, que tiene que contar con una expresión política, y es lo que pretendemos ser nosotros.
-¿Cómo analiza la división en tres sectores de la Izquierda para las Paso?
-(E. S.) Nosotros hicimos una campaña muy fuerte para amar una lista única. Propusimos un congreso del Frente de Izquierda Unida convocando a sectores que están en lucha en los barrios, en las fábricas, y tratar de ampliar nuestra propia base. El resto de los partidos desoyó esto. El MST dijo que iba solo, porque quiere, según ellos, una amplitud, pero no dicen con quién. Fueron con Juez, con Pino Solanas, y siguen diciendo que está bien haber ido con ellos. No entendemos. Y en el caso de Liliana Olivero y Laura Vilches, acordaron entre ellas una fórmula y dijeron que, si queríamos, acompañáramos. ¿Y cómo puede ser que la izquierda que penetra en los barrios no ocupe un lugar? Hay que hacerlo visible, no como hacen todos los partidos, que invisibilizan la miseria y se postulan ellos. La izquierda no puede hacer eso, porque está asociada a la lucha. Pero no hubo caso, así que decidimos presentar una lista propia para hacer visible lo que no se quiere hacer visible.
