El Ministerio de Educación publicó el cronograma para después de las vacaciones de invierno: siguen sin fecha clases presenciales.
Tras el receso invernal, las instituciones escolares llevarán adelante encuentros virtuales entre cada supervisor con los directores de su zona y, luego, entre los directivos y sus equipos docentes.
La comunidad estudiantil retornará a la actividad escolar remota el miércoles 29 de julio, continuando con las clases en forma virtual, a través de las distintas plataformas y sistemas de mensajes.
Aulas vacías
En virtud de la actual situación epidemiológica, el Ministerio de Educación informó que no se vislumbra en el corto plazo la posibilidad de un regreso concreto a la presencialidad.
Por lo que todo continuará de manera remota hasta tanto las condiciones epidemiológicas permitan al Centro de Operaciones de Emergencias (COE Central) autorizar la actividad educativa presencial.
En ese caso, será con la implementación de protocolos que contemplen el distanciamiento social, el regreso escalonado de estudiantes y docentes, la higiene de manos, la desinfección de los espacios, entre otros aspectos.
Reuniones docentes
En cuanto a las dos jornadas de reuniones virtuales entre el personal directivo y docente, se dijo que el objetivo es “revisar lo hecho, escuchar las experiencias de los y las demás, para aprender colectivamente y diseñar de manera conjunta, el tiempo que sigue”, a fin de reflexionar sobre la manera en que se ha desarrollado el “formato remoto de la tarea de enseñar y aprender”.
En este sentido, y teniendo en cuenta “las complejas condiciones en las que se ha debido enseñar”, se plantea a las escuelas la reformulación de la propuesta pedagógica-didáctica institucional, a partir del diálogo y los consensos colectivos, retomando la síntesis de la evaluación formativa para identificar los aprendizajes logrados y aquellos pendientes para seguir trabajando.
Se insta a “establecer prioridades, definiendo qué contenidos son irrenunciables (en tanto no pueden dejar de ser enseñados en el cuatrimestre que iniciará luego del receso), para garantizar aprendizajes significativos, que se conecten con la realidad de los estudiantes y sus familias”.
Esto implica, recuperar lo aprendido sobre cómo proponer agendas semanales, con actividades que favorezcan los aprendizajes de manera crítica y creativa, con consignas claras para estudiantes y familias, y generar prácticas de enseñanza relevantes que aborden problemas reales y complejos, con articulación entre los distintos espacios curriculares.
El documento expresa que dado que “se han hecho visibles las situaciones diversas en las que se encuentran los estudiantes y cómo este contexto de aislamiento ha profundizado las desigualdades”, se hace necesario “personalizar el seguimiento de cada alumno y alumna y revisar las estrategias para que puedan responder a cada escenario y situación particular”.
Finalmente, se señala que “la anticipación y la comunicación entre las instituciones educativas y las familias son estrategias centrales de la preparación para el regreso a las aulas”, por lo que se deben “construir puentes entre las experiencias de enseñanza y de aprendizaje vividas a la distancia y el momento en que sea posible el reencuentro presencial”.