Un ave que, según los que saben, es muy difícil de ver por sus características y porque no sería de la zona, apareció en Villa María. La rescataron y liberaron.
Dos jóvenes se acercaron el domingo 29 a la base de Seguridad Ciudadana en calle Buenos Aires y Juramento con una jaula.
Fueron a entregar un ave que habían encontrado, sin brindar mayores detalles. Era un Aguatero.
Villa María VIVO!, al tomar conocimiento de la situación, puso al tanto del hallazgo a especialistas en aves.
Eso permitió que el ave volviera a un hábitat natural, una vez comprobado que estaba en buenas condiciones.
Para ello, actuaron los especialistas y aficionados Facundo Amorín y Walter De Boever, Seguridad Ciudadana y la Policía Ambiental de Córdoba.
Cómo rescataron y liberaron al ave
Tras la información obtenida por este medio, se compartió el dato a Walter De Boever, conocido como “Che Toba”, un vecino aficionado por las aves y su avistaje.
A su vez este se comunicó con Facundo Amorín, especialista de la Universidad Nacional de Villa María.
Juntos se acercaron hasta la base de Seguridad Ciudadana y buscaron al ave para liberarlo.
Pero para ello desde el municipio tuvieron que comprobar que eran personas que efectivamente rescatarían al animal y tendrían las capacidades para hacerlo.
“El hombre de ciudadana tenía órdenes de no darnos el ave, y tenía razón”, dijo Che Toba a este medio.
Asi fue que en contacto con Paula Mogni, secretaria de Ambiente de Córdoba, y Adrián Rinaudo, director de Policía Ambiental, se entregó el pato a los villamarienses.
Es que desde Provincia certificaron que Che Toba, Carlos Monjes y Facundo Amorín eran personas con el visto bueno de la Policía Ambiental.
Comió y lo liberaron en una laguna
Antes de llevarlo a la laguna para su liberación, el ave fue revisada y se confirmó que estaba en buenas condiciones.
“Apenas se bajó empezó a comer. Tenía un hambrón, andá a saber desde cuando estaba en la jaula”, contó Che Toba.
Un bicho difícil de ver
Respecto al ave, dijo a este medio que el Aguatero “es un bicho muy difícil de fotografiar, de ver”.
“Siempre está metido adentro de los juncos y es una de las únicas aves que no emiten sonido”, agregó.
Es de la familia charadriforme, de escasa presencia en la zona.
Es por eso que no se sabe cómo pudieron atraparlo, si fue por motivos naturales o más bien alguien que puso una trampa.
Lo cierto es que ahora, el ave está sana y liberada.