- La damnificada tuvo que recorrer reparticiones públicas pidiendo cámaras pero para que le den las imágenes tenía que contratar un abogado.
- Una semana más tarde apareció un testigo que la ayudó.
- Tuvo que ir hasta el domicilio del responsable para pedirle que se haga cargo del daño.
Valeria trabaja en un centro de salud ubicado en pleno centro. Como cada mañana lo dejó estacionado en la cuadra de calle La Rioja, casi esquina José Ingenieros.
Pero el pasado lunes 15 de enero no fue cualquier día, cuando regresó lo encontró estacionado en un lugar que no era donde lo había dejado y con un importante choque.
En diálogo con Villa María VIVO contó la pesadilla que le tocó vivir.
“Lo estacioné ahí a las 9 de la mañana y cuando volví al mediodía me habían chocado el auto. El conductor que lo chocó lo arrastró hasta la vereda, rompiendo todo el paragolpe trasero y abollando el baúl.
No solo se dio a la fuga, sino que no dejo siquiera un papel con sus datos”.
Por el relato de vecinos, a los que también tuvo que salir a buscar porque nadie se acercó, se enteró que estuvo personal de Tránsito sacando su auto de la vereda.
Y explicó: “Una chica de un comercio del lugar me dijo que sintieron un ruido muy fuerte pasadas las 11 horas y vieron una camioneta negra que se escapaba.
No solo lo chocó teniendo freno de mano sino que lo subió a la vereda”.
La odisea que viven los damnificados
Además de ser víctima de un choque sin siquiera estar conduciendo y con la impresión de salir de trabajar y encontrar su auto en ese estado, empezó otro problema.
“Vino una grúa y lo bajó de la vereda. Y ahí empecé a ver qué hacer, me dijeron que fuera a la municipalidad, de ahí me tuve que ir a Tránsito en Seppey y Mendoza.
Ahí me dijeron que como no había heridos no podían mostrarme las imágenes, que tenía que ir con un abogado“.
Entonces, siguió el duro camino administrativo sin suerte: “De ahí me mandaron a la sección judicial en calle General Paz, una hora y media para que me tomen declaración. Y resulta que a la denuncia la tenía que hacer en la comisaría de calle Piedras”.
Allí dejó asentada una exposición, porque no se lo toman como denuncia y finalmente no le dieron ninguna solución porque no hubo heridos.
“Fui al día siguiente a preguntar a los vecinos si habían visto algo y pregunté por alguna cámara de seguridad o privada. Pero no obtuve ningún dato de la patente del delincuente que me arruinó el auto impunemente“.
Apareció un testigo
Este lunes 22 de enero, una semana después del hecho, apareció un testigo por redes sociales.
Valeria contó que “mi seguro es de terceros completo, no tengo cómo cubrir el daño que me hicieron.
Este hombre que me contactó había tomado la patente de la camioneta y busqué su dirección.
Me acerqué y me atendió un hombre mayor que nos dio los datos de su seguro y prometió hacer la denuncia para que me cubran los gastos”.