Fue tras el acuerdo entre los representantes de los uniformados de la Policía Córdoba y el gobierno Provincial. Se confirmó que no habrá sanciones para los efectivos. Los uniformados volvieron a la calle a partir del mediodía del miércoles.
El gobernador De la Sota dijo que se hará un relevamiento de daño para reconstruir los comercios de la ciudad de Córdoba y criticó a la Nación por no prestar el apoyo necesario a tiempo.
Adhesión 100 %. Policías de Villa María y la región cumplieron con un alto acatamiento al acuartelamiento. Se llegó a un cien por ciento de adhesión y sólo los mandos superiores se mantuvieron en actividad durante la medida de fuerza.
Sin saqueos. El comisario mayor Luis Gervino, jefe de la Departamental San Martin, aseguró que durante las horas que duró la protesta, no hubo saqueos ni situaciones problemáticas. Los acuartelados garantizaron que de haber saqueos, intervendrían para evitar un conflicto mayor.
A puertas cerradas. Hubo comercios que cerraron sus puertas preventivamente. No abrieron bancos sólo colegios privados tuvieron clase. El asueto provincial alcanzó al hospital Pasteur y dependencias públicas.
El edificio de Tribunales fue desalojado por la supuesta llegada de una manifestación. En redes sociales y radios locales hubo numerosos rumores de intentos de saqueos. Ninguno fue confirmado.
Condiciones dignas. Familiares de los policías enumeraron los reclamos que llevaron a la protesta. Además del aumento salarial, exigieron condiciones más dignas de trabajo.
Seres humanos. “Los policías también son trabajadores y seres humanos como cualquier persona. Necesitan ser mejor considerados por la sociedad”, declaró Sergio Peralta, capellán policial, que estuvo acompañando la protesta en la subcomisaría Sud.
Nafta. El temor a las sanciones estuvo presente durante toda la medida. El abogado de los policías, Eduardo Rodriguez, dijo que el gobierno provincial quiso “apagar un incendio echándole nafta”.
Paz social. El municipio convocó al comité de crisis, con la participación de instituciones, gremios e iglesias de la ciudad. El intendente Eduardo Accastello dijo que en Villa María reinó la paz social y que no se produjeron inconvenientes. Agregó que la Provincia pudo haber evitado el conflicto con la Policía y que no se cumplieron los protocolos para pedir ayuda a la Nación.