El control de tránsito ubicado en calles Lácar, entre Paraguay y Aconcagua generó interés en los vecinos ya que no disponía de conos que permitieran su identificación y el auto de los agentes se encontraba estacionado sobre el medio de la calzada.
La impresión de los vecinos del lugar fue que el control era irregular y que solo pretendía cobrar multas a los motociclistas y automovilistas, sin retención del vehículo como se realiza en otras zonas céntricas de la ciudad.