Una parada obligada y una visita a la historia de los ferrocarriles en Argentina, pero que también permite meterse en otros aspectos de la vida nacional.
El Museo Nacional Ferroviario, en su versión itinerante, está por primera vez en la provincia de Córdoba. Pasó por las estaciones de Río Cuarto, Berrotarán, Bell Ville y termina su gira en la ciudad capital de la provincia.
No puede parar en Villa María, explicaron desde la coordinación del museo, porque afectaría los servicios locales debido a la falta de espacio para estacionarse y poder ser visitado.
Por ese motivo, nos fuimos hasta la estación de Bell Ville, donde una gran cantidad de gente aprovechó para visitar este atractivo durante todo el fin de semana, con acceso libre y gratuito.
Las visitas están muy bien organizadas, por grupos de 20 a 30 personas, y en cada unos de los coches hay guías que brindan todas las explicaciones.
El recorrido comienza con coches dedicados a las infancias, con juegos interactivos. Luego sigue con espacios que rescatan los diferentes trenes turísticos del país, como el tren de la nubes y la Trochita.
Pueden verse un sector de elementos y fotografías de la radio y televisión argentina, y otro coche con objetos que forman parte de la historia del ferrocarril.
Uno de los atractivos es el coche presidencial, que fue usado por mandatarios nacionales y también por el papa Juan Pablo II en su visita de 1982 a la Argentina.
El recorrido cierra con un paseo por el cómo coche bar-comedor, en el que puede tomarse un café y comprar merchandising del museo.
En menos de una hora puede completarse un recorrido único, en un tren que no tiene igual en otras partes del mundo, según explicaron desde la organización.
Esta propuesta de Trenes Argentinos llevar recorridas unas 40 localidades y se propone seguir por todas a las que pueda llegar, mientras tenga vías para correr.