Una foto para leer ahora y repasar en menos de dos años

El gobernador Schiaretti estrechó fuertemente las manos de los intendentes Martín Gill y Natalio Graglia.

Si es como dicen, que el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, es un hombre que suele calcular los tiempos y los gestos de manera muy precisa, habría que prestarle atención a una foto que fue “la” imagen de su visita a Villa María el lunes 28 de marzo.

Luego de firmar el convenio por 1.100 millones de pesos para construir el tramo final de la circunvalación a Villa María y Villa Nueva, se fundió en agarrón de manos con Martín Gill y Natalio Graglia, los dos intendentes de estas ciudades, principales referentes peronistas del Frente de Todos en esta región.

Schiaretti por su lado, y Gill y Graglia por el otro, vienen de enfrentarse en la última elección legislativa nacional. Fueron comicios en los que no tuvieron mucho para festejar por separado, porque el gran ganador fue Juntos por el Cambio.

No se habían vuelto a cruzar frente al público local desde aquellos meses.

El reencuentro

Tras el acuerdo que permitió evitar la interna para definir la conducción del Partido Justicialista en Córdoba y en Villa María, los schiarettistas y los gillistas, a los que hay que sumar en el plano local a los accastellistas, parecen estar todos navegando el mismo río, aunque no necesariamente en el mismo bote.

Sin embargo, en esta visita (que tuvo, de todos modos, en algunos, zancadillas para tratar de ganar algún puntito más), lo institucional estuvo en primer plano. Gobernador, ministros, intendentes y funcionarios de todas las líneas se saludaron, caminaron juntos, se aplaudieron y compartieron fotos y videos.

Con la total y aparente normalidad que debería ser siempre, aunque no siempre lo haya sido.

La cuestión es que los actos de entrega de material médico al Hospital Pasteur, de los móviles para Seguridad Ciudadana a estos municipios, y de la firma del citado acuerdo, terminaron de sellarse con una foto icónica.

Imagen a la que seguramente guardaremos con cuidado en el archivo de cada medio y cada periodista para volver a usarla más adelante, en una futura nota.

Ahora bien:

¿Qué puede leerse de ese gesto entre el gobernador y los intendentes?

¿Es un sello de unidad permanente?

¿Quedaron atrás los rencores y las distancias?

¿No habrá más penas ni olvidos?

Lugares para una foto

En el recorte que en algunos casos se hizo de la foto, quedó afuera Eduardo Accastello. El ministro se puso de pie en ese momento para aplaudir como todos, pero no en todos lados se vio ese gesto.

Previamente, al ocupar las sillas de la mesa principal, Accastello se situó a la izquierda del gobernador. A la derecha del mandatario estaba Gill. Y un paso más allá, fuera ya de los sitios frente al mantel negro, quedó Graglia, aparentemente no muy conforme.

Pero el gesto del gobernador les dio centralidad a los dos intendentes. Una vez firmado el acuerdo, estrechó las manos a ambos. Un instante después volvió a instarlos a unirlas y fundirlas en un solo apretón, contenido por las extremidades del propio Schiaretti.

Todo eso puede verse en este video:

El gesto fue el saludo final del acto, frente a un salón repleto de intendentes y funcionarios de distintas categorías y administraciones. Y también frente a toda la prensa, que bien pudo registrar el momento para que todos lo vieran, en Córdoba y hasta en Buenos Aires, con un poco de suerte.

“No importe lo que piense cada uno políticamente ni la pertenencia partidaria. Lo que importa es que la gente necesita que se trabaje juntos, piense como piensen los intendentes y el gobernador”, fue una de las frases con la que Schiaretti rubricó su discurso previo.

Agradeció a Gill y Graglia por haberse puesto de acuerdo con la Provincia en la traza de la circunvalación, luego que los mandatarios locales lo trataran también con elogios y agradecimientos varios, en un trato afectuoso, cordial, sin rasgos tirantes, al menos hacia afuera.

¿El sello de la unidad?

El consagrado presidente del peronismo en Córdoba abrazó en su gesto a quien fuera el principal candidato del Frente de Todos en los comicios del 2021.

Gill, que hasta hace poco era un alto funcionario de Alberto Fernández en el Ministerio de Obras Públicas de la Nación, viene proclamando la necesidad de un peronismo unido, tanto en el país como en la provincia.

Una incógnita es cómo se leerá esta foto en aquel kirchnerismo más duro, el que ve a Schiaretti como un claro opositor.

A menos de dos años de las próximas elecciones, ¿fue este un compromiso de unión de schiaretistas con albertistas? ¿O será acaso como el abrazo del oso?

AnteriorVacunarán a bebes contra la gripe: ¿Dónde y cuándo?
SiguienteEl Registro Civil cambia de horario y la Oficina de Nacimientos de lugar