La situación es “malísima, triste y no se ve un alma”. Así describieron la situación de la Terminal de Ómnibus de Villa María tras dos meses de inactividad, en parte de por paro de transporte y otro tanto por la cuarentena.
Ricardo Rivarola es quien ejercer las tareas de gerencia de la concesión desde hace 5 años y hace 18 que tiene un local en este punto de unión del transporte de pasajeros de toda la región y gran parte de la provincia.
Recorrer junto a él los pasillos vacíos, las dársenas abandonadas, los espacios sin gente, es una experiencia rara dentro de un edificio acostumbrado al movimiento permanente las 24 horas.
“Hace 63 días que está todo cerrado y no se ha vendido nada. Si no hay colectivos, acá no se trabaja. Al no haber ni transporte urbano, no se ve un alma”, relata el hombre, parado frene a las boleterías oscuras y sin nadie.
“Los choferes y los chicos de las boleterías están sin cobrar. No hay nadie en las plataformas. La situación es malísima”, relata.
El gremio Aoita lleva adelante un paro por falta de pago de salarios. El conflicto lleva más de un mes y a la fecha de esta publicación no parece tener una solución cerca.
Además se le suma el arrastre del tiempo que estuvo todo inactivo por el aislamiento obligatorio, y los comercios tuvieron que cerrar.
Con la flexibilización de la cuarentena, algunos volvieron a abrir sus puertas, pero los clientes no llegan.
–Está abierta la Terminal, pero no viene gente. Es tristísimo. Prendemos las luces, la limpieza se hace, pero no hay nadie. Algunos locales abrieron para ver si pueden juntar para comer. Acá es toda gente de trabajo, que vive el día a día, relata Ricardo.
-¿Que tiempo cree que se puede seguir así?
-Creo no más de 10 a 15 días esto no puede aguantar, porque no hay plata. Si bien dicen que no se pueden cortar la luz ni los insumos, en algún momento hay que pagar los alquileres, pero con qué se afronta todo eso si no hay venta. La gente que pasa tiene que saber que la Terminal está abierta. Hay zapatillería, panadería, kiosco, en el bar se puede comprar comida para llevar.
Los comercios abren todos los días de 9:00 a 17:00 horas y el único espacio relacionado directamente al transporte que sigue funcionando normalmente es el de las encomiendas, por el ingreso de camiones y comisionistas.
Para boleterías de pasajeros y locales comerciales, la situación es muy preocupante.