Un caso llamativo tuvo lugar en la tarde de este lunes en el barrio Roque Sáenz Peña, relacionado a una situación de violencia de género preexistente.
Una de 39 años de edad, a la que la Justicia le había entregado un botón antipánico para que alertara si su ex pareja se acercaba a su hogar, decidió apagarlo y dejarlo en su casa, a para ir y encontrarse con esa persona sobre la se fijó una orden de restricción de acercamiento.
Notaron que se apagó
La situación fue advertida por la Policía al detectar que el dispositivo se había apagado.
Aproximadamente las 18:20 horas del lunes, personal policial se constituyó en un domicilio de calle Estados Unidos al 700, donde se ubicaría un dispositivo antipático apagado, según pudieron detectar.
Los botones antipánicos están conectados todos a una central de monitoreo que permite ubicarlos de inmediato y en tiempo real cuando se activan por una amenaza de violencia de género.
No estaba en su casa
En este caso, el dispositivo había sido apagado y, al llegar a la casa, no encuentran a la mujer a la que al Justicia había entregado el aparato de alerta.
Ante esto, los uniformados realizaron un recorrido por la zona, hasta que la mujer fue hallada en compañía del hombre con quien justamente posee una orden de restricción de acercamiento vigente, y por el que supuestamente debería haber activado el dispositivo de alerta, en lugar de apagarlo.
Presos los dos
Por este motivo, se procede a la aprehensión de ambos, siendo una mujer de 39 años de edad y un hombre de 37 años, quienes quedaron acusados de desobediencia a la autoridad por violar la orden de restricción que rige para ambos.
Interviene la fiscalía de instrucción de turno.
Fotos: Policía de Córdoba.