Entre las horas de paseos y caminatas recreativas que se permiten en esta cuarentena, uno de los puntos de atractivo para familias de Villa Nueva fue durante este fin de semana el puente inconcluso entre barrios Golf de esa ciudad y Santa Ana de Villa María.
Adultos, jóvenes y niños que caminaron este domingo por la avenida Barberis, que bordea parte del Golf Club, se llegaron hasta el límite de esa arteria y el río, para ver, aunque sea como un atractivo, la obra inconclusa del nuevo puente.
Ante la mole de cemento detenida en el tiempo, los comentarios son de lamentos por cómo se viene dando esta obra, con varias marchas y contramarchas.
Rodeando la estructura pueden verse algunos sectores en los que hubo desmoronamientos.
Las vigas cruzan de un lado a otro del río. Hacer parecer que cruzar de una ciudad a otra sería muy simple, caminando apenas unos pocos metros.
Pero nada de eso será posible hasta que la obra se replantee en su realización y puedan retomarse los trabajos para su conclusión.
Por ahora, es un mero atractivo que despierta la curiosidad de quienes andan cerca y asoman a verlo como un gigante blanco dormido.