En medio de un creciente número de contagios de Covid-19, provocados mayoritariamente -según su rastro epidemiológico- a partir de reuniones sociales, la Costanera de Villa María volvió a “florecer” en actitudes contrarias a lo pedido para frenar la pandemia.
Numerosos grupos de personas reunidas a corta distancia, sin el uso de medidas de protección como el barbijo, y en algunos casos compartiendo mates y bebidas, mostraron una vez más el alto grado de irresponsabilidad social que se vive en la ciudad, justo cuando las autoridades alertan de un sistema sanitario al borde de su saturación.
Los anunciados controles y los intentos por limitar la circulación de vehículos y personas en algunos sectores de la Costanera no hacen más que mudar el problema a los puntos en los que se puede circular en forma masiva, sin respetar mínimamente las recomendaciones para detener los contagios de Covid-19.
“Nunca vi tanta gente. Hay más ahora que en el verano”, comentó una vecina del barrio Mariano Moreno, al ver cómo se encontraba el sector cercano al parador de playa Puerto Madero.
La misma postal que otros domingos por la tarde mostraron otros puntos del recorrido ribereño.
El hartazgo por lo extenso de la cuarentena y las marchas y contramarchas en medidas que se toman desde los distintos niveles de gobiernos, pueden ser entendidos como factores que movilicen a desatender las recomendaciones de mantener el distanciamiento y evitar las reuniones familiares y sociales, que este fin de semana estaban prohibidas.
Ni siquiera la responsabilidad individual, la protección de la salud propia y de los seres cercanos, parece ser un interés de quienes salen a la calle a incumplir las más básicas recomendaciones de epidemiólogos y autoridades sanitarias para tratar de frenar la pandemia del nuevo coronavirus.
Este lunes entran en vigencias nuevas restricciones por el término de dos semanas y hay quienes de antemano se manifestaron en contra de lo dispuestos por las autoridades.
Poco se le puede pedir en materia de coherencia y responsabilidad a gobernantes que son, en definitiva, surgidos de una sociedad que de responsable muestra muy poco.
Andrés Ferreras