El embalse San Roque alcanzó su nivel máximo tras intensas lluvias, asegurando recursos hídricos para 2025. La apertura de válvulas, conocida como “cola de novia”, regula el flujo, sin afectar localidades aguas abajo.
El embalse San Roque, símbolo del sistema hídrico de Córdoba, alcanzó su capacidad máxima gracias a las intensas precipitaciones registradas en octubre y noviembre.
Este logro marca el fin de una sequía histórica y garantiza la disponibilidad de agua para el próximo año, según confirmaron autoridades locales.
La Secretaría de Infraestructura Hídrica, en coordinación con Defensa Civil y otros organismos, procedió a la apertura de la válvula Howell Bunger para regular el nivel del lago.
Este evento, conocido popularmente como “cola de novia”, es un espectáculo visual que simboliza el desahogo del embalse al alcanzar la cota de 35,30 metros.
Edgar Castelló, secretario de Infraestructura Hídrica, señaló que el embalse continúa recibiendo un flujo importante de agua, con un ingreso promedio de 30 metros cúbicos por segundo desde los ríos Cosquín y San Antonio.
“Abrimos las válvulas para aliviar el nivel del lago, considerando los pronósticos de nuevas lluvias esta semana”, explicó Castelló, destacando la importancia de esta maniobra para mantener el equilibrio hídrico.
El agua del embalse se evacua a través de diversas vías, entre ellas el emblemático “Embudo” y las válvulas de regulación, además de una toma que abastece la central hidroeléctrica de San Roque y el sistema de agua potable en La Calera.
Estas estructuras garantizan el uso óptimo del recurso hídrico para consumo humano, energía y riego.
Aumento sin riesgo
A pesar del aumento en los caudales del río Suquía, las autoridades descartaron riesgos para los centros urbanos.
“Los caudales liberados, de aproximadamente 50 metros cúbicos por segundo, no generan cortes en la Av. Costanera de Córdoba ni problemas aguas abajo”, aseguró Castelló.
Se emitieron recomendaciones preventivas a pobladores ribereños, instándolos a seguir las indicaciones de las Defensas Civiles locales.
El informe de la Administración de Recursos Hídricos de la Provincia (APRHi) destaca que las precipitaciones acumuladas superaron los 200 mm en varias zonas de Córdoba durante noviembre, especialmente en áreas serranas como Punilla y San Alberto.
Este escenario representa un alivio significativo tras meses de sequía severa que afectaron tanto la actividad productiva como el suministro de agua.
Con este panorama, Córdoba encara el verano con una perspectiva hídrica alentadora.
Las autoridades continuarán monitoreando los niveles de los embalses para asegurar su óptima gestión y prevenir riesgos asociados a las lluvias.