A medida fueron pasando los primeros días del inicio de la gestión de Martín Gill como intendente en el Palacio Municipal, se advirtieron algunos cambios en detalles que contrastan con lo que fue la última parte del gobierno de Eduardo Accastello.
Lo primero que notan los ingresantes al edificio es que ya no rige la restricción de paso a los pisos superiores a través de dos molinetes que solamente podían atravesarse si previamente se registraba cada persona en la mesa de entrada, indicando nombre, documento y oficina a la que se dirigía.
Con una tarjeta electrónica confeccionada allí, se podía atravesar ese sector hacia el ascensor y la escalera.
Desde que ingresó Gill a la intendencia, esa restricción quedó sin efecto y todas las personas, inclusos empleados y funcionarios, pueden entrar y salir por la puerta central, sin usar los molinetes, ni que el sistema registre sus movimientos por ese punto del edificio.
Esta accesibilidad más libre al edificio municipal se advierte también en algunas oficinas, que se muestran de puertas más abiertas que antes. Aunque se mantienen restricciones, como en el área de Economía.
Otro detalle que se observa puertas adentro de las oficinas, es que se descolgaron los cientos de retratos que el intendente saliente había hecho hacer con su foto, y que colgaban de las paredes de la mayoría de las dependencias.
Las fotos con el rostro y el nombre de Accastello se veían en cada piso, detrás de cada puerta, marcando un recordatorio permanente para funcionarios de cada área. Los cuadros se fueron retirando, pero no fueron reemplazados por otros del nuevo intendente. Algunos siguen en las mismas oficinas, pero boca abajo, en un cajón o estante.
Fotos: VillaMariaVivo.com
