Es por temor a una venganza de la banda tucumana “Ale”.
Hace pocos días se conoció que en noviembre de 2013 uno de los hermanos Ale había enviado a matar a Carlos Gonella, quien estaba al frente de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac).
Gonella había intervenido de manera directa, junto con un fiscal local, en una serie de operativos que comenzaron a sellar la suerte judicial de los Ale, indica La Voz del Interior.
El atentado
Según declaró un testigo al cual se le reserva la identidad, dos presuntos sicarios llegaron a la sede de los Tribunales de Tucumán con la orden de matar a Gonella en aquella oportunidad. La misión fue abortada porque otro miembro de la banda que ya estaba dentro de ese edificio les dijo que era mejor esperar otra oportunidad.
Tres años después, en 2016, Gonella renunció a la Procelac. Por pedido del Ministerio Público Fiscal de la Nación, desde hace casi dos semanas se activo un aparato de seguridad en torno al fiscal villamariense por parte de la Policía Federal, quien por estos tiempos trabaja como fiscal en el Tribunal Oral Federal N° 2 de la ciudad de Córdoba.
El juicio al clan tucumano Ale está por culminar y fue Gonella quien en el 2013 participó de manera directa de los allanamientos.
La gama de delitos que se les atribuye es enorme: lavado de activos, asociación ilícita, evasión impositiva, presunta producción y comercialización de estupefacientes, cobro extorsivo de acreencias propias del grupo y de terceros ajenos a este y tenencia ilegítima de armas de fuego.
Foto: archivo VillaMaríaVivo