Fuera de todo horario permitido, y con más de 20 personas reunidas, un templo de la Iglesia Universal, fue clausurado por la Municipalidad de Villa María.
Se trata de la sede de avenida Alem 222, donde se notificó de la infracción, se hizo desalojar el lugar, y se colocaron fajas de clausura en el frente del edificio.
Personal de Seguridad Ciudadana de la Municipalidad de Villa María constató la presencia de al menos 22 personas dentro del local, en el que se realizaba una ceremonia como parte de la actividad de culto que habitualmente tiene espacio en este templo céntrico.
La actividad que allí se desarrollaba se encontraba fuera de las autorizadas y permitidas de acuerdo a las últimas restricciones puestas en vigencia por el gobierno local en medio de la pandemia por el virus del covid-19.
En la noche de este miércoles 30 de septiembre, los inspectores municipales advirtieron, desde la vereda del local, que adentro se realizaba una reunión, encabezada por un pastor, y que reunía a varias personas.
El grupo mantenía distancia entre sí, de acuerdo a lo que puede advertirse en las fotos, pero la hora y el tipo de actividad no encuadraba dentro de lo considerado esencial como para que pudiera estar funcionando.
Fue allí que los agentes municipales irrumpieron en el local, interrumpieron la reunión, notificaron de la infracción a todos los presentes, y procedieron a la clausura de lugar.
La colocación de las fajas solamente se hizo en los paneles laterales, no pudiendo clausurar y cerrar el ingreso, porque allí dentro vive el pastor del templo, según explicaron desde la Municipalidad.
Con las actas labradas, los agentes dieron participación al Juzgado de Faltas para que determine los pasos a seguir, en el marco de las normativas vigentes para estos casos.
La misma noche, en un recorrido por distintas partes de la ciudad, los agentes municipales también advirtieron que pasadas las 22:00 horas permanecía abierto un kiosco situado sobre calle Jujuy, en barrio Güemes, por lo que también fue clausurado.