La llegada de una mujer con graves heridas producto de un accidente de tránsito, llevó a tomar la decisión médica de operarla, como en la mayoría de los casos similares.
Sin embargo, en este caso surgió un inconveniente: la paciente, una joven de 23 años, se negó a que le hicieron una transfusión de sangre, argumentando motivos religiosos: es testigo de Jehová.
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Por el choque sufrió fractura de una pierna y daños en órganos internos, lo que le provocó la pérdida de aproximadamente un litro y medio de sangre.
Había que recuperar sangre
Para los médicos era necesario hacerle una transfusión para que recuperara lo perdido, además de operarla. Pero la mujer se mantuvo en negativa a recibir sangre.
El subdirector del Hospital Pasteur, Pablo Valle, explicó que presentaba traumatismo abdominal y fractura en el tobillo izquierdo.
Luego de una tomografía computarizada se advierte rotura de bazo, que por su grado de gravedad obligaba a realizar una cirugía.
Se llamó a la Justicia
La mujer, que estaba en estado de consciencia, da a conocer que profesaba la religión de los testigos de Jehová, “por lo que se presenta una situación con total derecho al culto”, indicó el profesional.
Valle explicó que, ante esto, se consultó a los asesores legales del Ministerio de Salud, lo que llevó luego a poner en aviso de esta situación a un juez de los Tribunales de Villa María.
El magistrado se hizo presente en el Hospital para hablar con la familia de la mujer herida y explicarles los riesgos de la situación.
Sigue sin recibir sangre
La cirugía se realizó con total normalidad, informó el subdirector, logrando la extirpación del bazo.
“La paciente, sin necesidad de transfusión hasta el momento, está cursando un post operatorio estable, desde el punto de vista hemodinámico en terapia intensiva”, concluyó el médico.
Fotos: Policía de Córdoba.
