En los barrios populares de la ciudad, el aislamiento y la pandemia impactan en la imposibilidad de trabajar para comprar alimentos, agravan el hacinamiento y la falta de acceso a la salud.
Estos datos fueron relevados por investigadores del Instituto de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Villa María como parte de una convocatoria nacional para conocer cómo impacta la pandemia en las ciudades.
Los datos fueron recolectados a finales de marzo en conjunto con referentes barriales que contaron cómo se vive la pandemia en zonas y grupos críticos teniendo en cuenta desigualdades regionales, socio económicas, de género y generacionales.
En el informe final, ofrecen las conclusiones generales en todas las provincias del país. En Villa María, el aislamiento suma dificultades para sostenerse en barrio La Calera, Las Playas, San Nicolás y Las Acacias.
Quienes viven “el día a dia”
A nivel local, notaron una dificultad en el acatamiento de la medida de aislamiento dispuesta por el Gobierno Nacional debido a la preocupación económica de las personas y familias de los barrios más pobres.
“Sobre todo en las poblaciones insertas en la economía informal. Existe una gran preocupación por la falta de ingresos en los que viven ‘el día a día’”, señala el informe.
Esta preocupación se relevó en barrio Las Playas y San Nicolás de Villa María. Trabajadores informales como vendedores ambulantes, cartoneros y carreros tienen la prohibición de salir a trabajar, lo que dificulta la subsistencia diaria.
A esto se suma, la imposibilidad de acceder a la comida, a elementos de higiene y las malas condiciones de habitabilidad de las viviendas y el hacinamiento.
“Explicaciones divinas” sobre la pandemia
Otro de los puntos de relevamiento fue el grado de información que circula sobre la pandemia. A nivel general, el informe destaca que no hay falta de información aunque si confusión.
“Los comedores, a través de grupos de Whatsapp, transmiten información de la pandemia, aunque expresan que les resulta difícil distinguir entre información fidedigna y ‘fake news´”, expresa el informe.
Incluso destaca que en barrio Las Playas, las personas mencionaron “con insistencia” la circulación de información sobre “sanaciones o explicaciones divinas” provenientes de las iglesias.
“Es decir, un discurso bíblico diferente –y por momentos a contramano– de lo explicado o recomendado desde los organismos oficiales”, afirma el informe.
El acceso a los alimentos
Uno de los problemas que destacaron las personas entrevistadas, es que la extensión de la cuarentena acarrea el problema de la falta de acceso a los alimentos. La imposibilidad de salir a trabajar, impide generar ingresos económicos para conseguir esos alimentos.
Esto impacta en comedores y organizaciones como las salas-cunas que proveen comida. “En barrio La Calera de Villa María (…) se presenta como insuficiente la tarjeta alimentaria”, agrega el informe.
Cómo parte de las buenas prácticas que surgen del aislamiento, los vecinos de diferentes barrios marcaron la solidaridad en la confección de barbijos para quienes deben salir a trabajar y reconocieron la ayuda económica y alimentaria de comedores y subsidios.
Por otro lado, “se reconocen los controles policiales como una ventaja para ayudar al aislamiento, aunque también algunos señalan la violencia policial como un exceso innecesario y no exclusivo de esta situación, sino como una continuidad”.
Foto: ilustrativa