Los pasos que dio desde la sede de Interpol hacia el auto que lo traería desde Buenos Aires a Córdoba lo mostraron desafiantes.
Cositorto sostiene en su discurso la misma postura de cuando estaba prófugo y hasta cuando pudo enviar un mensaje con un celular prestado desde la celda de República Dominicana.
Una guardia periodística de medios porteños pudo retratar el momento, el gesto, esas pocas palabras que dijo.
“Seguimos trabajando”. “No me arrepiento de nada”. Frases sueltas, pero con la misma postura de convencimiento (y de intentar convencer) que lo trajo hasta acá, hasta la cárcel.
Leonardo Cositorto se reencontró con el paisaje de la pampa argentina a través de la ventanilla del auto que lo depositó en la celda del penal cordobés.
¿Habrá pensado en algún momento en lo diferente que se veía esa llanura del plano mar Caribe que bañaba las playas por las que andaba hace apenas unos días atrás?
Las indagatorias que vienen
La fiscal Juliana Companys dejará pasar Semana Santa para luego llamarlo a declaración indagatoria.
No ha dicho hasta ahora si las preguntas se las hará en persona o vía zoom, como hizo con Maximiliano Batista, el número dos de Zoe.
Traerlo de Bouwer a Villa María a Leonardo Cositorto para ingresarlo al edificio de Tribunales sin dudas que sería un operativo digno de ver.
Y probablemente mucha prensa nacional y provincial estaría interesada en arribar a la ciudad para registrar el momento.
Por ahora, seguirá en Bouwer unos días.
Aunque se dice que, en la noche del martes, en un alto del camino hacia la cárcel, la comitiva hizo una parada en Villa María.
Los muchachos de la Policía, incluso Cositorto, también necesitan ir al baño. Y se había previsto que el viaje también tuviera esta escala técnica.
Detenidos
En este momento son 20 los detenidos por la causa de Generación Zoe en la que se investiga la existencia o no de una asociación ilícita para cometer el delito de estafa reiteradas, supuestamente bajo un sistema de los definidos como piramidales: todos ponen, gana uno.
A partir de la indagatoria de Cositorto y del abogado Gustavo Saavedra, detenido en Buenos Aires en las últimas horas, es probable que los abogados defensores entren a tallar con fuerza en el expediente, buscando resquicios para salvar a sus clientes.
Uno estudio que ya dio un paso aclaratorio fue el de Martín Magram, Gerard Gramática Bosch y Débora Ruth Ferrari, el mismo que defiende a Rodolfo Delpino en la causa por la desaparición de Mariela Bessonart.
Son los patrocinantes del exjuez federal Héctor Yrimia, quien supuestamente se entregó a Interpol en Dubai.
El exmagistrado está imputado por Companys y se lo considera una suerte de arquitecto legal de Zoe.
Pero estos abogados dicen, por un lado, que Yrimia no está detenido, que sólo se presentó para dejar constancia que está a disposición de la Justicia.
También aseguran que no estaba prófugo, sino que vive con su familia en Dubai desde hace tiempo.
Y declara que no tiene nada que ver con la estructura ni los delitos que se puedan haber cometido desde Zoe, para quienes solo fue un “asesor externo”.
Otro capítulo más de una trama de película.
Mientras tanto, Cositorto pudo cambiarse la chomba oscura con motivos caribeños que lució en las fotos desde que fue detenido hasta que lo subieron al avión.
En Buenos Aires se lo vió otra ropa, pero la misma actitud de siempre.