”No se van a cerrar carreras porque no lleguen con los 30, cada caso se analizará en base a distintas variables”.
Así lo aseguró la directora general del nivel superior del Ministerio de Educación de Córdoba, Liliana Abratte.
La funcionaria dijo que la resolución que pedía un mínimo de 30 alumnos para abrir una carrera “salió un poco duro”.
Lo manifestó de esta manera en una entrevista con La Voz, en la que aclaró algunos puntos del comunicado que había generado polémica.
Los terciarios de Villa María se concentraron este miércoles en plaza Centenario en rechazo a la decisión explicitada por el Ministerio de Educación.
En la ciudad se estimó que podrían cerrar carreras y quedar sin trabajo 91 docentes si se aplicaba lo exigido por el ministerio en el memorandun 03/20.
La funcionaria aclaró que el número de 30 alumnos no se trata de un “cupo mínimo” sino de “una meta”.
Agregó que es un objetivo que se pretende alcanzar “junto con las instituciones”.
“No tenemos intención de un cupo mínimo, es una meta posible de alcanzar en la gran mayoría”, declaró la directora.
“El ‘memo’ salió un poco rígido en su expresión y no nos dio tiempo de anticiparnos con este plan de trabajo que estábamos por iniciar esta semana. El ‘memo’ tenía que salir para que se anunciara la preinscripción y salió un poco duro”, reconoció la funcionaria al ser entrevistada por el matutino cordobés.
El temor de cerrar carreras
Ricardo Carballo, director del Inescer, dialogó con Villa María VIVO! y expresó durante la protesta que, de aplicase la medida “volaría un 70% de la estructura de los terciarios”.
De darse esta situación, estiman que el futuro de los terciarios públicos estaría en peligro “porque el año que viene al no abrirse segundo o tercero, esto se va a ir multiplicando”.
«En una proyección muy optimista, estamos hablando de la pérdida mínima de unas 11 carreras y 91 cargos«, agregó respecto al impacto en los terciarios públicos de Villa María.