El síndrome “del atardecer” en personas con enfermedad mental

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Por María Verónica Nardelli (*).

El cuidado de una persona que padece demencia es un proceso largo, agotador y con exigencias crecientes a medida que la enfermedad progresa. Factores protectores como la comprensión del origen y significado detrás de la conducta; flexibilidad y empatía, creatividad y sentido del humor permiten sostener la calidad de vida de todos los actores involucrados en el afrontamiento de éstas patologías.

Los síntomas comportamentales y psicológicos constituyen el principal factor de sobrecarga en los cuidadores y suelen ser desencadenantes de la geriatrización de la persona que padece demencia. Los síntomas comportamentales más frecuentes son: agitación, apatía, llanto, conductas desinhibidas, agresividad física o verbal, preguntas reiteradas, inquietud, deambulación, reacciones catastróficas, entre otras.

Estos síntomas se asocian a una declinación cognitiva, mayor uso de mediación y disminución del nivel de independencia.

Algunos estudios dan cuenta de una correlación entre síntomas comportamentales y las características de personalidad premórbida (anterior a la aparición de la enfermedad) y su estilo de vida.

¿Qué es el Síndrome de Sundowning?

También conocido como síndrome vespertino, síndrome del ocaso o como delirium nocturnal, el Sundowning es un fenómeno que afecta a algunas personas que padecen de Alzheimer al final del día; éste se vuelve más inquieto, agresivo y/o agitado por la tarde y en las primeras horas de la noche.

Ante esta situación son muchos los cuidadores que no saben qué hacer, es fuente de estrés y sobrecarga e interrumpe el correcto descanso nocturno del cuidador. Durante el Sundowning, la persona se muestra particularmente agitada, irritable, confusa y agresiva. Merodea y vaga sin rumbo por los pasillos en plena noche. Es habitual que estos episodios vayan acompañados de gritos y de la solicitud constante de atención por parte del cuidador.

El vagar por el hogar, acrecienta el insomnio durante la noche, lo que ocasiona un estado notorio de somnolencia diurna. En ocasiones durante la actividad nocturna puede verse como se llevan a cabo actividades cotidianas, como vestirse, ordenar el ropero o buscar objetos.

Estrategias

Ante esta situación podemos desarrollar una serie de estrategias como:

-Establecer rutinas: fijar horarios y evitar cambios. El estrés, la confusión y la ira pueden minimizarse siguiendo rutinas familiares en el cuidado.

-La actividad nocturna y el insomnio, hacen que durante el día se encuentre cansado y tenga la necesidad de tomar varias siestas. Mantenerse activo durante el día, evitando siestas puede prevenir el Sundowning. Mejorar la higiene del sueño y la actividad diurna son factores cruciales.

-La alimentación adecuada como una cena temprana y ligera, evitando el consumo de cafeína y alcohol, facilitan el sueño y el descanso.

-Adaptar el ambiente favoreciendo la orientación con objetos familiares, quitar todo aquello que puede provocar accidentes o caídas; mantener una iluminación temprana y sostenida de los ambientes, ayudan a disminuir la incidencia de estos síntomas.

-Identificar los factores desencadenantes, observar aquellas situaciones que promueven la agitación y la confusión. Tratar de evitar el estrés en las horas previas a la noche.

(*) María Verónica Nardelli
Lic. en Terapia Ocupacional
Matrícula: 10.697

 

Foto: www.aplaceformom.com

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