Hace 25 años que Gisela Gutierrez es fanática total de Ricky Martín. Desde los 12 que lo sigue en todos sus movimientos. La nueva llegada de su ídolo musical a la Argentina no podía dejarla al margen de tener la oportunidad de verlo, tocarlo, sacarse una foto con él.
Para lograrlo, esta panadera villamariense tuvo una ayudita de parte de su marido, Sergio Oberti, a quien se le ocurrió la genial idea de gastarse unos pesos extras a la entrada para ver el show de este martes en el Orfeo.
El regalito consistió en reservar una habitación nada menos que en el Sheraton de Córdoba, el mismo hotel en el que se hospedaría el cantante. La apuesta fue grande, porque la reserva fue por cuatro noches. No se le podía escapar.
Y así fue como Gisela logró el sueño de su vida. Estar ahí, bien cerquita de Ricky Martin, en el momento en el que se lo cruzó, junto a otras fanáticas, por las instalaciones del hotel.
“Hicimos la reserva sin saber si iba a ir ahí incluso. Sacrificamos la vacaciones por esto”, le contó Gisela al periodista de La Voz del Interior Diego Tabachnik.
Dijo que trabajó horas extras en su negocio “para poder bancar la locura”. Ella se levanta a las 3:30 de la mañana todos los días para ir a la panadería. “La verdad es que trabajamos muchísimo y esto es premio a tanto sacrificio”, agregó, feliz.
La vecina de Villa María contó las peripecias que tuvo que hacer para poder cruzarse con Ricky Martín.
“Estábamos ya en el hotel y teníamos confirmado que llegaba el lunes entre las 15 y las 17. Estuvimos esperando, pero cuando realmente llegó no se lo vio para nada. No sé si entró por otro lado. Estuvimos entonces recorriendo el hotel, viendo lo que podíamos por si lo cruzábamos, y nos enteramos que iba a entrenar después de dormir un rato. En un momento pasamos por el gimnasio, vimos que había seguridad y lo vi que estaba adentro”, relató Gisela.
Tras esperar que terminara la rutina de pesas del cantante, la panadera villamariense y otro grupo de chicas fanáticas que estaban en la misma que ella, le rogaron por una foto, apunta la crónica de La Voz.
“Ricky accedió así que bajamos todas y pudimos sacarnos una foto en grupo, fue maravilloso eso. Fue la primera vez que lo tuve tan cerca, y estoy feliz de haberlo podido ver, verle esa sonrisa hermosa, haberlo escuchado. Él estuvo re bien, predispuesto y simpático”, describió Gisela.
“¡Está hermoso! Con los años está cada vez mejor”, dijo después de verlo bien de cerca.
“Todo fue un sacrificio grande, pero fue por un sueño que persigo desde hace más de 25 años y me parece que valió la pena”, concluyó.